Las autoridades de Illinois han logrado resolver el misterioso caso de Roxanne Woodford, una joven de 19 años que desapareció en 1979. Tras más de cuatro décadas de incertidumbre, la identificación de sus restos fue posible gracias a pruebas avanzadas de ADN. Woodford desapareció sin dejar rastro, lo que mantuvo a su familia y a la comunidad en busca de respuestas. Este caso es un ejemplo de cómo la tecnología forense moderna ha sido crucial para cerrar capítulos en investigaciones de largo plazo