Claroscuro, por: Francisco López Vargas.
Cuando
se combate la impunidad lo que en realidad se está combatiendo es la
corrupción. La corrupción existe, se enseñorea en un país cuando los corruptos,
los que delinquen, tienen claro que no habrá ley que los juzgue, ejército que
los detenga, policía que los pare ni cárcel que los espere. Y más cuando se
expone que no se usará la fuerza pública para “reprimir al pueblo” y menos si
los delitos son cometidos por “necesidad”. Además, la semana que termina el
presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que había terminado el combate
al narcotráfico.
Su
gobierno, dijo, es responsable de darle paz al país no de detener a los capos,
sino combatir lo que provoca la delincuencia. “Ya no hay guerra, queremos la
paz”, destacó.
La
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tenía 17 días
–hasta el miércoles- de mantener las vías férreas de Michoacán bloqueadas con
un daño de 15 mil millones de pesos para la industria.
Así,
también el presidente puso como ejemplo al Sindicato Mexicano de Electricistas
y su aliada, la CNTE ha tomado prácticamente el puerto de Lázaro Cárdenas en
Michoacán e impide la salida y tránsito de un par de centenas de trenes.
El
chantaje de esos maestros no cambió con el gobierno al que apoyó a pesar de que
éste le concedió la cancelación de la reforma educativa, esa que ofendía a los
mentores, esos mismos que chantajean a la sociedad en las entidades donde
tienen presencia, en los estados en los que han obligado a padres de familia a
apoyarlos a cambio de permitirles recibir los apoyos del gobierno. Por cierto,
hasta a sus maestros detenidos en delitos graves como el secuestro les dieron
amnistía: Sara Manzano y Miguel Altamirano, ni eso les satisfizo.
Exigen
ahora 6 mil millones de pesos para liberar las vías férreas de Michoacán a pesar
de que ya les entregaron mil mientras los daños que han provocado se estiman en
100 millones de pesos diarios los últimos 17 días.
En
Matamoros, 42 de las 96 maquiladoras de esa ciudad se fueron a huelga, luego de
27 años en los que no había paros, y el sindicato fue asesorado por cercanos a
Napoleón Gómez Urrutia, senador y líder minero, rescatado por Andrés Manuel
López Obrador. Las pérdidas hasta hoy en esa franja fronteriza son de 10
millones de dólares y la huelga amenaza con llegar a Juárez, Mexicali y
Tijuana.
El
presidente anuncia que se ha logrado recuperar 4 mil millones de pesos por
concepto de robos de gasolina para Pemex, pero el daño al país por el desabasto
del combustible ha sido de 7,500 millones en Jalisco y de 4,400 millones en el
Estado de México mientras en las otras entidades Banamex dice que asciende a 25
mil millones de pesos que pagó la sociedad, todos esos ciudadanos que
resintieron la escasez y que no pudieron trasladarse a trabajar, transportar
sus mercancías, etc.
Además,
hubo que gastar en pipas 180 millones de dólares para tratar de resolver la
contingencia provocada por la guerra contra el huachicol y para ello se prestó
a PMI Norteamérica. No hubo concurso, no hubo transparencia.
La
guerra de López no sólo es correcta y vale la pena, pero no así: sin
previsiones, sin estrategia, con daños colaterales innecesarios y que sólo ha
dejado sufrimiento a los familiares de los afectados. Lo mismo que le
criticaron a Calderón y su guerra contra el narco.
La
cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) tendría un
costo para cada mexicano de 3 mil 290 pesos, según datos de Consultores
Internacionales (CI).
Así,
ese quebranto nos costará a usted y a mí, aunque nunca hayan volado, 3,290
pesos para un total de 427 mil millones de pesos, algo así como 23 mil millones
de dólares. Y aún falta más por pagar por ese capricho. Esa cancelación también
provocó que el rendimiento de las sociedades de inversión especializadas en
fondos para el retiro (Siefores), que son operadas por las 10 Afores
activas en el país, fuera negativo
en 0.34 por ciento durante 2018, equivalentes a 23 mil 804 millones de
pesos.
Las minusvalías se generaron
principalmente por la cancelación
del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) y
a la caída y volatilidad en los
mercados internacionales, que en octubre propiciaron una disminución en
los activos administrados por 131 mil 649 millones de pesos.
Y eso es en datos económicos. En los
humanos durante la actual gestión de casi dos meses, sólo la explosión en los
ductos de Tlalhulilpan, Hidalgo, ha dejando 115 muertos, y en diciembre pasado
hubo 91 muertos en el país por la violencia, la cifra más alta en un mes desde
que se realiza el conteo. En enero se habla de una cifra mayor.
Y qué decir de que Grupo Aeroportuario
de la Ciudad de México (GACM) informó que han sido liquidados 10 de los 450
contratos que se tenían en la construcción
del Nuevo Aeropuerto Internacional en Texcoco, además que se espera que
en los primeros días de febrero se
liquiden los 30 mil millones de pesos de la Fibra E, financiamiento que
también se adquirió para esta obra. Además de los 1,250 millones de dólares
entregados a los tenedores de bonos del extranjero.
Mientras, en Chilapa, Guerrero, la
violencia sigue y en un enfrentamiento entre autodefensas y narcotraficantes
hubo al menos 10 muertos y dos heridos. Ningún detenido.
Como que la Cuarta Transformación está
saliendo cara y los resultados son muy magros: nadie detenido por la corrupción
que se daba, dijeron, en el aeropuerto; ni un huachicolero detenido, ni un
corrupto de cuello blanco, ni un solo funcionario corrupto, sólo los mexicanos
pagando y pagando una curva de aprendizaje que apenas lleva dos meses. ¿Qué sigue?
