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Tríada Virtuosa de la Democracia: Educación Cívica, Participación Ciudadana, Elecciones

Jorge Valladares Sánchez
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Por: Jorge Valladares Sánchez

Hablar de una Reforma Electoral y del Estado tiene como supuesto la idea de fortalecer el régimen que hemos implementado por años en nuestro País, es decir, fortalecer o hacer más funcional y cotidiana a la Democracia Mexicana. Es evidente la facilidad con la que al hablar de democracia el tema electoral puede ocupar un lugar cardinal y encubrir con ello a la tríada Educación Cívica – Participación Ciudadana – Elecciones, pilares que en realidad hacen factible contar con una democracia viva y pasar de un colectivo de votantes a una sociedad de ciudadanos/as participando cotidianamente en las decisiones y soluciones de la nación, todo un cambio de paradigma.

La Tríada Virtuosa de la Democracia son los instrumentos para abatir una de las carencias medulares de la vida nacional, la desconfianza en las instituciones públicas; de 2009 a 2017 Mitofski informa un descenso constante en el promedio de confianza hacia 18 instituciones, que tras el proceso electoral 2018 apenas se elevó ligeramente hacia el INE, la SCJN y las cadenas de televisoras. Latinobarómetro reporta insistentemente que el ejército, la iglesia y las universidades son las únicas que México sobrepasan el 50% de los encuestados manifestándoles confianza; la autoridad electoral anda al 35%. Reiteradamente los diputados y los partidos políticos puntúan en el nivel más bajo de las comparaciones, rondando o debajo del 20% la confianza en ellos, y las elecciones recientes no mejoraron la percepción, especialmente entre varones y quienes tienen estudios universitarios.

Guzmán y Vargas (2010) indican que la confianza institucional y la satisfacción con la democracia facilitan que los ciudadanos estén satisfechos con la labor realizada por las instituciones políticas que ellos eligieron, y con ello sea mayor su participación en los asuntos públicos. En cambio, la desconfianza hacia las instituciones genera escepticismo, que impide el desarrollo democrático del país. Sánchez (2009) afirma que la gestión gubernamental sin la participación ciudadana se convierte en autoritaria y alejada de las necesidades sentidas de la ciudadanía.

Valladares y Ramírez (2018), describen ampliamente el desinterés de la ciudadanía hacia sus instituciones y gobernantes, que responde a la situación de que cada vez quede menos claro lo que les relaciona en concreto, fuera de lo que sucede alrededor de un proceso electoral. Así que más allá de la confianza que lleva un proceso largo, inestable y multifactorial para lograrse, es necesario que las autoridades electas tengan en el centro de su agenda el lograr atender a los intereses de los sectores poblacionales, que se caracterizan por su diversidad cultural y contextual. Ante el desinterés hacia las instituciones democráticas debe construirse o fortalecerse una cultura política y democrática. El proceso se llama educación cívica y los avances participación ciudadana.

La democracia implica construir una agenda social, basada en las necesidades humanas a través de la participación popular activa e informada en cada nivel de decisión. Las Instituciones Electorales Estatales, con su integración netamente ciudadana, están siendo el punto de partida para que la sociedad reconstruya su ciudadanía y desarrolle las competencias necesarias en la participación de la toma de decisiones en la comunidad. 

Nuestras instituciones son un puente entre los ciudadanos y el gobierno para que se abran espacios públicos en donde se dé una participación plena y se pueda lograr una democracia directa que beneficie los intereses del colectivo en general. La autonomía es el sustento de esta capacidad y la especialización de nuestro personal el potencial mayor para alcanzar resultados que se han ido incrementando, pero que apenas son visibles si se les revisa con la mera estadística del porcentaje de votantes que acuden a una elección.

Thompson y Vignon (2016) afirman que la educación cívica desarrolla la capacidad para captar o percibir los problemas sociales como propios, incorporando a los ciudadanos a su solución con eficiencia y conciencia de sus deberes y derechos en una comunidad concreta. Woldenberg (2015) afirma que la pieza fundamental en la generación de la participación ciudadana es la Educación Cívica. Mediante la Educación Cívica se pueden desarrollar las competencias ciudadanas que son clave para el empoderamiento de la ciudadanía y así, llevar a sus practicantes a una recuperación del espacio público. El esfuerzo de coordinación interestatal que está ocurriendo en México a través de la Red Nacional de Educación Cívica (Red Cívica MX) y otras asociaciones abre líneas claras de viabilidad para alcanzar esta meta.

Para que exista una democracia real, el ciudadano/a debe exigir, demandar a su representante en el gobierno que rinda cuentas del ejercicio del poder delegado, lo cual pone a la vista la necesidad de instrumentos de democracia directa. Merino (2016) afirma que la mejor participación ciudadana en la democracia es la que se propicia para impedir desviaciones de quien gobierna o encauzar demandas justas que no son atendidas.
Las constituciones locales consideran a la participación ciudadana como un derecho humano por el que los ciudadanos ejercen su soberanía de manera directa o a través de sus representantes. Araujo (2011) afirma que el desarrollo de los Mecanismos de Participación Ciudadana (MPC) integra y acerca a las personas al Estado, sobre la base de la existencia de espacios de influencia de los ciudadanos, lo que genere confianza y legitimidad, que se sostiene mediante la calidad y sistematización institucional.

Una de las aportaciones importante más recientes del hacer de las Instituciones Electorales Estatales es la creación de un Modelo de Ley Integral de Participación Ciudadana en el que especialistas de 22 Instituciones agruparon en 4 áreas las formas de participación y los mecanismos que la ley puede ofrecer a la ciudadanía acorde a los contextos y culturas de cada entidad. Dicho modelo se encuentra disponible en www.iepac.mx/biblioteca-digital/modelo-ley-PC.

Nadie sabe lo que tiene… hasta que lo usa. Herramientas valiosas para fortalecer a la ciudadanía están al alcance de nuestros Congresos… Veremos si las usan, para confiar más o menos.

Jorge Valladares Sánchez
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