Celebro que ayer la oposición en México haya logrado frenar una patética iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica, impulsada por López Obrador. *ENHORABUENA a los legisladores que tuvieron claro cuál era su responsabilidad con México.
Precisamente porque festejo ese logro legislativo, creo que hay que hacer una evaluación serena con miras al futuro.
Por una parte, he de decir que *no me gusta la invocación de “patriotas” y de “traidores a la patria” que, como arma arrojadiza, se lanzaron, sin excepción, tanto morenistas, panistas, priistas, perredistas, petistas y demás formaciones políticas.* Unos y otros, (envolviéndose en su particular bandera ideológica) se autoproclamaron tutores nacionales del destino de los mexicanos. Esa es una falacia antidemocrática que se debe desechar. Suficiente división social provoca a diario el aprendiz de dictador que habita en Palacio Nacional con sus arengas mañaneras, como para tener que soportar el intercambio de lodos desde todas las formaciones políticas. Tenemos que avanzar democráticamente sin convertir el debate político en un chiquero plagado de insultos. Hay que recordar y subrayar que México es un país plagado de violencia y que la violencia verbal no ayuda a la calma, a la pacificación, a la serenidad del país. Urge recuperar las formas.
*No celebro la conducta vulgar e insolente de MORENA, como igualmente veo con preocupación ese triunfalismo ramplón de una oposición que debe entender que el reto democrático (en el mediano y largo plazos) amerita mesura y templanza. *
En términos generales y más allá del resultado de esa votación parlamentaria, *los mexicanos no vimos un Congreso sereno, sino un espectáculo grotesco plagado de insultos, griterío, rechifla, cursilería patriotera, más parecido a la lucha libre que a lo que debiera ser un sereno y democrático debate legislativo.*
Reitero, CELEBRO EL RESULTADO, PERO RECHAZO
ESTAS FORMAS ASPERAS DE HACER POLÍTICA.
Tengo claro que este ambiente de crispación y división nacional ha sido promovido permanentemente por el Presidente López Obrador, pero creo que la oposición debe promover una mesura ejemplar frente al griterío, el
Insulto y la descalificación.
DIGAMOS NO A ESE VULGAR Y ANTIDEMOCRÁTICO PATRIOTERISMO POR PARTE DEL RÉGIMEN LOPEZOBRADORISTA Y DIGAMOS NO A ESE TRIUNFALISMO INFANTIL POR PARTE DE LA OPOSICIÓN.
MÉXICO REQUIERE MUCHA MESURA EN LA BUSQUEDA DE ESE BIEN COMÚN QUE NO TIENE PATRIA, TERRITORIO, NACIONALIDAD NI IDEOLOGÍA.
*Renovemos nuestros ánimos para trabajar en la construcción de una nación donde pasemos del “tú o yo” al democrático “tú y yo”. Vale la pena ese esfuerzo que tiene como meta alcanzar el bien común para esa nación cuyo nombre aún nos estremece: el nombre de MÉXICO.*
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