El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado su intención de implementar un plan de deportación masiva que afectaría a aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados en el país. Esta medida ha generado preocupación tanto en Estados Unidos como en México, debido al impacto económico y social que podría conllevar.
Según el Institute on Taxation and Economic Policy (ITEP), los inmigrantes indocumentados contribuyen con alrededor de 96.700 millones de dólares en impuestos anualmente, de los cuales más de la mitad se destinan al gobierno federal. La deportación de esta población no solo sería logísticamente compleja y costosa, sino que también podría afectar significativamente la economía estadounidense.
Estefanía Cruz, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM, señala que “logísticamente, hacer redadas masivas es muy costoso y complicado de organizar. Los detenidos en centros de trabajo … “. Asimismo, destaca que para realizar cateos en hogares se requieren órdenes firmadas por un juez, lo que haría “imposible” la implementación de un plan de tal magnitud.
Por su parte, Abelardo Rodríguez, investigador en … , considera que Trump buscará en sus primeros años de mandato cumplir con promesas que no logró anteriormente. “En su búsqueda del rol en decl … afirma Rodríguez.
Ante esta situación, México ha comenzado a implementar medidas económicas y de seguridad para contrarrestar la amenaza de deportaciones y posibles afectaciones económicas. La presidenta Claudia Sheinbaum ha destacado la importancia de la cooperación económica entre ambos países y la interdependencia histórica que comparten.
Sin embargo, las tácticas empresariales de Trump y sus ideales neoimperialistas representan un desafío considerable, manteniendo en vilo el destino de millones de inmigrantes que buscan un futuro mejor en Estados Unidos.