La industria turística de Quintana Roo está jugando un papel decisivo en el dinamismo económico de Yucatán, aportando aproximadamente el 50 % de su Producto Interno Bruto. Este significativo flujo proviene tanto de la cadena de proveeduría como de la afluencia de visitantes a la vecina península, resaltó un análisis reciente.
De acuerdo con el informe, dos grandes segmentos sostienen este impacto económico. El primero corresponde a la proveeduría de bienales y servicios para hoteles, excursiones, gastronomía y comercio; el segundo, a los ingresos directos que perciben diversos sectores yucatecos gracias al movimiento y la inversión turística generados por Quintana Roo .
Este intercambio interregional provoca una sinergia que va más allá de la sencilla cercanía geográfica. Se trata de una colaboración económica estratégica: mientras Quintana Roo recibe turistas internacionales en destinos como Cancún, Riviera Maya o Cozumel, gran parte del gasto turístico se refleja también en Yucatán, impulsando empleos, micro y pequeñas empresas, productores locales y lugares de interés cultural y natural.
El informe puntualiza que esta relación se cristaliza en dos piezas clave:
- La proveeduría local, con múltiples prestadores yucatecos involucrados en la cadena de valor turística de Quintana Roo.
- La afluencia de visitantes que, partiendo desde la costa quintanarroense, llega a Yucatán para disfrutar de su patrimonio histórico, estancias cercanas, gastronomía y productos regionales.
En este contexto, el turismo se posiciona como un motor de prosperidad compartida que trasciende límites estatales. La contribución del sector ha permitido consolidar a ambas entidades como un eje integral de desarrollo en la península, generando oportunidades de inversión, generación de empleo y cobertura de servicios para las comunidades.


