El gobierno ucraniano ha expresado su creciente preocupación por la posibilidad de un grave accidente nuclear como consecuencia de los recientes bombardeos rusos en áreas cercanas a instalaciones nucleares en Ucrania. Las autoridades ucranianas han señalado que estos ataques ponen en riesgo la seguridad de los reactores y podrían desencadenar una catástrofe de gran magnitud. En respuesta, Ucrania ha instado a la comunidad internacional a intervenir y tomar medidas preventivas para evitar un desastre nuclear.
El riesgo es particularmente elevado en instalaciones clave como la planta nuclear de Zaporiyia, una de las más grandes de Europa, que ha estado en el centro de la preocupación internacional desde que comenzó el conflicto. Los ataques recientes han dañado infraestructuras críticas y han interrumpido el suministro de energía, lo que ha aumentado el peligro de fallos en los sistemas de enfriamiento de los reactores, esenciales para prevenir un accidente.
Las autoridades ucranianas también han hecho un llamado urgente a las organizaciones internacionales, incluyendo el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), para que intensifiquen sus esfuerzos de monitoreo y garanticen la seguridad de las instalaciones nucleares en medio del conflicto. La escalada de las hostilidades ha complicado el acceso a estas áreas, lo que dificulta las labores de inspección y reparación necesarias para mantener las plantas en condiciones seguras.
Esta situación ha generado alarma en la comunidad internacional, ya que un accidente nuclear podría tener consecuencias devastadoras no solo para Ucrania, sino también para los países vecinos y más allá, debido a la posible dispersión de material radiactivo. La comunidad internacional sigue vigilante mientras las tensiones continúan aumentando en la región.
