Por: Cristina Padín
Dijeron que no era el día de san Benito. A y P les
explicaron que sí, y que era festivo en la bella Pontevedra. Ellos dijeron que
no que no que no. Que él o ella les había dicho que no.. y se marcharon en el autobús
a comprarse unas zapatillas. Las tiendas estaban,obvio, cerradas… pero ellos mintieron.
Como mentían siempre. Ella, y también él, eran muy amigos de la mentira.
Toreaba Talavante en Pamplona… qué belleza y qué arte. Y P
y A y también D verían la corrida en una aplicación. Les fascinaba el toreo…
y se enamoraban del duende del mago de Badajoz. Dijeron que él, y también ella,
entendían mucho de toros. Que corrían los encierros en pocos segundos. Y D y A
y P y también L, que sabían que esos no distinguían una vaca de un toro bravo,
se rieron.
Era una tarde cálida. Hermosa. Un 11 de julio sereno y
normal. Unos vivían la vida.. y otros vivían una realidad irreal.. atardecía en
oro y sol. Y el verano lucía azul y sereno.
A san Benito
Al toreo
A mi mago
A la serenidad
A la verdad
No me gustan las realidades
irreales
A los M
A Luis
A P, A, L y D
A Manuel
A Pontevedra
Y a los valientes