Por: Edmundo René Verde Pinzón.
“Esto no está hecho ni para sastres ni para zapateros”, decía entonces Voltaire hablando de sus propios pensamientos. Sin embargo, esto no impide que los rusos, al entrar al servicio del estado, se conviertan en unos canallas” (Marx, carta a Ludwig Kugelmann, del 12 de octubre de 1868).
El término “Chairo” adoptado magistralmente por Atolinni, el bloguero itamita, es parte de un colectivo que pretende hacernos creer que la crítica trascendental nos llevará a la razón pura para elegir el camino hacia el mesías, el único problema es que estamos inundados de “fake news” y no podemos encontrarla, así que la respuesta tenemos que buscarla en la fenomenología del espíritu.
El mesías pretende hacernos creer que surge de la izquierda marxista pero parece estar más cercano a la socialdemocracia de Bernstein y los kantianos, si esa que define la declaración de principios del PRI, así que pretende venderle a los mexicanos un esquema Ponzi mediante el cual desde lo más alto de la pirámide una mano invisible nos envolverá para hacernos honestos, sin embargo se olvida que para lograr la victoria de la revolución se tienen que destruir primero las instituciones burguesas o a poco nos va aplicar el ensayo chileno, ya sabemos cómo terminó el pobre Allende y el derramamiento de sangre, no olvidemos que Marx no fue discípulo de Kant sino de Hegel; y lo que los “chairos” nos venden es una falacia al puro estilo de la lógica informal, solo veremos una sustitución gerencial en donde el nuevo CEO será absorbido por el poder o le aplicarán el “impeachment”.”
Hagamos un ejercicio de crítica inmanente; el sujeto y el objeto en la dialéctica de la realidad política mexicana ya asume en el mesías una contradicción, diversas voces se han levantado señalando que el discurso de izquierda ya no encuentra sustento con los personajes involucrados, el PES, Romo, Napo, y el descaro de mirar de lado el fetichismo detrás de millones gastados en su propaganda bajo la opresión humana del mercado capitalista, ya no resulta verdad sino apariencia, la idea ha perdido su consistencia revolucionaria y la cuarta transformación se mueve hacia la derecha, tal parece que los “chairos” se han vuelto conservadores o “snowflakes”, pretendiendo que permanezca el estado de las cosas; ¿Será que no lo entienden porque han sido invadidos de “fake news”?
Es necesario que los ciudadanos realicen un ejercicio introspectivo de su conciencia a fin de encontrar las contradicciones entre la apariencia y la verdad, no debe buscarse la respuesta en el exterior sino en su interior, la verdad no está en lo que percibes con tus sentidos sino lo que percibes con tu conciencia.
