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Un año complicado

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Editorial,por: La Revista Peninsular

El pasado mes de enero se caracterizó por la cantidad de eventos relevantes que acontecieron durante sus treinta y un días. Se dispuso éste espacio para recapitular lo ocurrido, y se recordaron sucesos trágicos como el tiroteo en el Colegio Cervantes en Coahuila donde un niño de once años mató a su maestra y luego se suicidó, así como sucesos de corte internacional como el conflicto bélico que entablaron Estados Unidos e Irán. Dicho texto concluyó augurando que los siguientes meses mantendrían la misma tendencia, y es justamente lo que hemos observado hasta mediados de año; somos testigos de cómo nuestra realidad cambia a rápida velocidad, por lo que es necesario volver a hacer un esfuerzo para apreciar lo más importante que ha sucedido ahora.

En febrero las protagonistas fueron las mexicanas; feminicidios barbáricos como el de Ingrid Escamilla quien fue mutilada y desollada, o el de la pequeña Fátima quien con tan solo siete años fue encontrada sin vida en un bote de basura luego de estar perdida por cinco días, despertaron la ira e indignación de la población, y las mujeres de nuestro país se organizaron para exigir un cambio. Había un enojo fundado en contra de las autoridades, pues en el caso de Ingrid se filtraron a la prensa las fotos del cuerpo de la víctima, y en el caso de Fátima no se actuó de manera inmediata como indican los protocolos en la materia.

Tras la difusión de convocatorias en redes sociales, se anunció que el nueve de marzo las mujeres pararían labores y consumo en todo el país a manera de protesta. El presidente López Obrador generó controversia al anunciar que su rifa del avión presidencial (la cual quedó en el olvido como un vergonzoso episodio de la administración federal) sería ese mismo día, decisión que tuvo que modificar ante el rechazo social que recibió.

En marzo, el Covid-19 ya empezaba a acaparar la atención de todos, ya que luego que se confirmara el primer caso en nuestro país a finales de febrero, los gobiernos comenzaron a establecer medidas de confinamiento para evitar un colapso en los sistemas de salud, como estaba sucediendo en ese entonces en España e Italia.

Durante éste mes también observamos una histórica caída del peso mexicano frente al dólar, al cotizarse en casi veintitrés pesos. Esto ocurrió debido a las consecuencias de una disputa económica entre Rusia y Arabia Saudita, así como el cierre de fronteras que estableció Donald Trump en Estados Unidos.

Para el mes de abril nuestra atención ya estaba inmersa en el coronavirus, y la mayoría de noticias que acontecían estaban relacionadas a la pandemia. Entre las más relevantes se encuentra la cancelación de fondos de Estados Unidos a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por considerar que no estaban actuando de manera correcta ante la contingencia, o el desplome de la industria petrolera mundial al tener que cotizar en cifras negativas su producto; al no haber demanda de combustibles por las cuarentenas, empezaba a generar costos el almacenamiento de la gasolina.

De igual forma, el gobierno de Andrés Manuel comenzó a recibir críticas de la sociedad por su manejo de la crisis, ya que emitía mensajes confusos al contradecir constantemente al vocero de salud, Hugo López-Gatell. Asimismo, recibió críticas por parte de trabajadores del sector salud, quienes pedían insumos suficientes para poder hacer frente al virus, y aseguraban que se estaban maquillando las cifras de contagios presentadas. Finalmente, el sector privado criticó el plan de reactivación económica propuesto por el poder ejecutivo federal al no contemplar a todos los sectores ni tener fundamento para comprobar su viabilidad, por lo que el Consejo Coordinador Empresarial se dispuso a buscar alternativas por su cuenta, y consiguió un crédito con el Banco Interamericano de Desarrollo; el cuál en un principio fue criticado por el presidente al sentirse excluido de la operación, aun cuando ignoró a las cámaras empresariales que en su momento insistieron en trabajar con él para construir alternativas.

En mayo el gobierno federal se mantuvo bajo los reflectores. Nos enteramos de actos de corrupción en contratos celebrados entre el gobierno y la empresa del hijo de Manuel Barlett, sobre los cuáles no hubo competencia alguna, o si la hubo fue en condiciones injustas para los participantes. También compartimos con indignación el decreto con el que se establece formalmente la militarización del país al permitir a la Guardia Nacional desempeñar funciones propias de los policías. De igual manera, se dieron a conocer los planes del gobierno federal para frenar la proliferación de energías renovables en el país con el fin de fortalecer a PEMEX y la CFE, los cuáles fueron frenados mediante las autoridades judiciales correspondientes; el tema sigue en pugna.

Por otro lado, se celebró que la Suprema Corte de Justicia de la Nación haya anulado la infame Ley Bonilla, resguardando con su fallo el Estado de Derecho y la democracia de nuestro país.

A nivel local, vale la pena mencionar el empréstito solicitado por el gobierno estatal, que fue rechazado por el Congreso local, pues desencadenó una serie de ataques políticos entre diversos actores políticos estatales; es importante mencionar que la ciudadanía no vio con buenos ojos éste enfrentamiento, pues la principal preocupación era el manejo adecuado de la crisis, no el juego de poderes.

Éste mes de junio no ha sido más tranquilo, por el contrario, con el asesinato de George Floyd a manos de un policía en Estados Unidos estalló una serie de manifestaciones violentas en distintas ciudades del mundo. En México se hicieron presentes en Jalisco por la muerte de Giovanni López, quien fue asesinado por un policía.

El gobernador de Jalisco alegó que hubo una campaña mediática en su contra para adjudicarle el asesinato de Giovanni y desatar protestas para alterar el orden, y señaló como responsables de esa conspiración a los colaboradores del presidente López Obrador. No pasó mucho tiempo para que AMLO también alegara que existe una conspiración en su contra, denominada Bloque Opositor Amplio (BOA), pero se descubrió que fue una maquinación de su propio gobierno al revisar las propiedades del documento en el que se consagraba éste bloque, marcando así otro vergonzoso episodio para su administración.

No podemos pasar por alto el asesinato del juez federal Uriel Villegas Ortiz en Colima, pues fue considerado por el titular de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar, como un crimen contra el Estado que busca intimidar al poder judicial. Éste lamentable acto vulnera el Estado de Derecho de nuestro país al generar dudas sobre el actuar libre de nuestros juzgadores.

Como podrán ver, ha sido un año complicado con muchos retos y cambios, pero entre todo nos toca rescatar lo bueno y aprender lo malo. Sobre todo, estos meses nos han permitido reflexionar y valorar a nuestras familias por el tiempo que hemos compartido juntos en casa por la cuarentena, o por los esfuerzos extraordinarios que se tuvieron que hacer en estos tiempos para sacarla adelante; por el motivo que sea, la reflexión es la misma, lo más importante es nuestra familia y su bienestar.

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