Especial / La Revista
Indudablemente,
México vive un momento de transición delicado porque pareciera que los
mexicanos aún no acabamos de ponernos de acuerdo sobre el tipo de país que
queremos, pero lo que sí es claro es que todos deseamos que en nuestro
territorio haya estabilidad y que sea próspero, aseguró el padre Jorge Carlos
Menéndez Moguel.
En su tradicional mensaje con motivo de
las fiestas decembrinas que a través de las páginas de LA REVISTA PENINSULAR
hacemos llegar a nuestros lectores, el Padre Manito como es conocido nos
comenta:
“Se habla de muchos conceptos como la
unidad, solidaridad, justicia social, pero son conceptos hasta cierto punto ambiguos
porque no terminamos de aclarar cómo queremos estar de cara al futuro. Además
son conceptos que a veces a la hora de la aplicación, se filtran vicios que
corrompen esos conceptos”.
Vicios –continuó-, como la venganza, el
egoísmo, la revancha o el revanchismo que en vez de ayudar perjudican a los deseos o intenciones de
llevar a cabo una transición adecuada, por eso observamos que es un momento
delicado incluso peligroso.
“Tenemos que ser el país que queremos,
entender que el país no se reinventa con cada gobierno ni con un nuevo
Presidente, que el país no pertenece a un grupo o partido, sino a todos”,
expresó el párroco.
Luego, aseguró que el “el país no puede
desligarse de los conceptos universales del
ser humano. Los derechos y deberes que todo ciudadano tendría que
cumplir en cualquier sistema o estado de derecho”.
Indicó también que en ese sentido no
podemos dejar defender la vida porque a un partido no le da la gana de hacerlo.
Ni soslayar la libertad expresión, porque hay haya voces en desacuerdo, porque
son derechos universales, no es algo que inventa el gobierno o una
amable concesión del partido en turno”, declaró.
Agregó que en el momento en que el
gobierno y el pueblo mismo así lo entienda, todo irá siendo mejor.
Más adelante, el Padre Manito señaló que
la violencia no es la salida recomendable, aunque mucha gente ha recurrido a la violencia
porque han sido despojados de sus derechos elementales y sus quejas y reclamos
no han sido escuchados, pero aclaró que la violencia en México no es una causa,
es un efecto.
Hay que combatirla, no hay que permitir
que la violencia pueda llenar a las personas, hay que trabajar en esto, precisó.
Momento
de esperanza
Por otro lado dijo que a pesar de todos
los problemas que enfrenta México es momento de esperanza de que todos aporten
su granito de arena para que México sea diferente, para que sea un país
distinto al de los últimos años.
Señaló que la Iglesia católica está
contribuyendo a fomentar los valores, a cuidar a la familia, a tener fe y a
pensar que hoy por hoy, el nacimiento del niño Jesús, será una “bocanada de
esperanza para todo el país”.
La iglesia ha invitado a todos sus fieles
a abrirse en estas fechas, a purificar sus corazones y reconocernos todos como
hermanos, indicó.
Por otro lado dijo que las celebraciones
de la Virgen de Guadalupe demostraron la fe del pueblo mexicano y que aunque es
cierto que a veces se contaminan las prácticas religiosas con las paganas, en
el fondo del corazón de todos los mexicanos hay una clara inclinación hacia la
fe y el respeto a los valores.
Fortalecer
la familia
Asimismo, Menéndez Moguel manifestó que es
necesario pensar y seguir promoviendo la unidad de la familia, así como
fortalecer los vínculos de los núcleos familiares y la educación, porque
teniendo familias robustas, tendremos sociedades robustas, indicó.
Dijo que no importan las dificultades,
porque ante el temor o miedo circundante de la sociedad, la fe es siempre una
vela encendida, la fe da sentido a la espera, no importa cuán obscura pueda ser
la noche, el nacimiento del Señor siempre disipará las tinieblas”, afirmó.- Yazmín
Rodríguez Galaz
