Por: Cristina Padín
… es junio. Junio ya se va. Se va con sol y sal, arena y mar. Mar de Vigo, el de las olas de las cantigas. Cantigas: joya de la lengua gallega. Lengua gallega: tesoro y alma, como todas las lenguas, únicamente un analfabeto desprecia un idioma. Un idioma une y suma. Suma momentos y sensaciones vivir la vida. La vida es eso que pasa a diario, por eso hay que saborearla, beberla, sentirla: con duende. Con duende se hace el toreo. El toreo bonito es el que se escribe con el corazón, como el que hace el joven Tomás Rufo. Tomás Rufo: promesa de los ruedos. Los ruedos taurinos enamoran las pestañas.. y también acarician palabras sabias y futuras victorias. Victorias, 176 victorias, por ejemplo. O por ejemplo 177, que los impares son muy bonitos. Muy bonitos son algunos carteles de toros que crean empresarios honestos. Honestos, y qué hermosa es la honestidad. La honestidad es hermana de la humildad. La humildad se le nota al que la tiene: sencillez, cercanía. Cercanía es la del ya cercano julio. Julio besa a junio en la frente. En la frente y de ley. De ley y de verdad. De verdad: junio es un placer! Placer, un pájaro que canta, olas, verano. Verano, cala solitaria, un remanso de paz.
Escrito en el barco Moaña-Vigo
A junio: te adoro
A Galicia
A las lenguas
A Tomás Rufo
A mi amiga Lorena
A los M
Al toreo
A mi gran amigo Jm
A mi querido JC
A Luis, y a sus padres
A la humildad
Al número 177, me gusta
Al verano