Por: Cristina Padín
Eran los tiempos de la desesperanza. Y ella sí sabía que había
leído una novela con palabras similares. Recordaba todavía muchas cosas..
aunque olvidaba bastantes.. Eran los tiempos de la falta de luz, pensó, de la
angustia y de la tristeza..
Ella: noventa años. Taurina. Elegante. Con fe..
Aquella tarde, día de la Almudena en su Madrid, bebió té
matcha con leche de avena, un placer amargo. Y adulto. Y encendió una vela, por
cada valiente que no se rendía. Y dibujó corazones azules…
Apuntó en un papel (por lo olvidos) que iba a regalar uno a
M, a JC, a F, a I.. gente de ley!
Día triste. Una vela y un poco de esperanza
A mi Madrid, en su día
A los M: juntos
A Isabel. Por la valentía y la verdad
Gallegos valientes
A Carlos, un abrazo
A mi querido Luis
A M, JC, JM
A los corazones azules
A cada Almudena.. era antes la ventana a la puerta navideña
Al toreo