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Vacuna mexicana para COVID-19: ¿Utopía?, ¿incapacidad? ¿falta de recursos? ¿apatía?…

Marco Cortez Navarrete
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Por: Marco Antonio Cortez Navarrete. 

Al momento de escribir este texto, de manera oficial se reportaban en el país más de 324 mil casos confirmados de COVID-19 y 37 mil 574 decesos -según cifras oficiales- por este motivo, esto es por demás muy lamentable.

En Yucatán, los indicadores son de 6 mil 954 casos positivos y 737 defunciones, enfatizando que el pasado miércoles y jueves, solo en esos dos días, 65 seres humanos dejaron de existir víctimas del mortal virus avanza y lo más increíble que mucha gente aun se resiste a tomar las medidas necesarias para evitar contagiarse e infectar de paso a sus seres queridos y amigos.

Con estos antecedentes quiero referirme a la “carrera mundial” para crear la tan ansiada vacuna que ponga fin a este sufrimiento, al menos por un tiempo. Una carrera que pareciera literalmente contra reloj porque cada hora, cada minuto hay muertos por COVID.

Hace unos días leí un artículo donde decía que desaparecer al virus SARS-CoV-2 será imposible sin contar con una vacuna con la que se pueda inmunizar a la población. La alternativa, indica este artículo, es que la gran mayoría de las personas se contagien para así alcanzar la inmunidad del rebaño.

Esta última, claro está, es impensable por la cantidad de fallecimientos que se produciría para lograr la inmunidad. No obstante, la buena noticia es que ya se está investigando casi 100 vacunas en todo el mundo y algunas de ellas ya pasaron o están por pasar a la fase de prueba clínicas con miles de voluntarios.

QUIÉNES VAN A LA CABEZA

Algunos ejemplos son La compañía Cansino Biological Inc. (basada en China y Canadá) que anunció en junio que comenzarían las pruebas con miles de soldados chinos; otra vacuna en desarrollo en la Universidad de Oxford será puesta a prueba en Europa por la farmacéutica Astra/Zeneca (bajo el nombre AZD1222) y para tal fin ya se firmó un contrato para proporcionarle 400 millones de dosis a cuatro países europeos a fines de este año.

Por otra parte, las compañías BioNTech/Pfizer están probando una vacuna desarrollada en Alemania la cual ya se aplicó a 7 mil personas y a fines de julio -se espera-, comenzarán las pruebas con 30 mil voluntarios. En otro orden, la compañía alemana Curevac también está por comenzar pruebas con miles de voluntarios aliada con Tesla para producir las biofábricas necesarias para las vacunas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) está apoyando algunas investigaciones para producir fármacos que traten o prevengan el coronavirus y también en los Estados Unidos el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas anunció que está trabajando en una vacuna que proteja contra el coronavirus,

En fin, Israel, China, Inglaterra, Rusia, Alemania y Canadá, por citar algunos países, trabajan incansablemente para frenar esta epidemia que ha dejado no tan solo una ola de devastación humana sino también de crisis económica que se refleja en el cierre de millones de negocios y millones de empleos generando necesidades básicas.

¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO EN MÉXICO?

Aterrizando un poco ¿cómo vamos en México?, bueno, hace unos días el secretario de salud, maestro de López Gatell, Jorge Alcocer, anunció la compra del medicamento “Avifavir” para el tratamiento de las personas con COVID-19.

¿Y de la vacuna mexicana?, qué podemos decir; hemos documentado que son varios países trabajan al respecto y ¿México?, dónde están las universidades e instituciones de educación superior integradas a la ANUIES, al CUMEX y otra infinidad de organizaciones enfocadas al fortalecimiento, formación de recursos humanos y generación de conocimientos.

Se ha dicho que algunas instituciones participan en el ansiado desarrollo de una vacuna, y entre estas, la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional, el Tecnológico de Monterrey y las universidades autónomas de Querétaro y Baja California y los centros de salud como el Instituto Nacional de Nutrición y el Instituto Mexicano del Seguro Social.

La UNAM, incluso, por medio de su televisora, creó cápsulas orientando a la gente en aspectos como la reactivación del turismo, aplicando medidas sanitarias al menos hasta que haya una vacuna contra el virus SARS-CoV-2, y en reciente conferencia, el presidente López Obrador anunció la fabricación de ventiladores, esenciales para el tratamiento de pacientes con Covid-19, estos modelos son: “Ehécatl 4T” y “Gätsi”, producto del trabajo de la comunidad científica, gobierno y empresas.

Debemos enfatizar, subrayar, que la ciencia mexicana no debe ni tiene que quedarse con los brazos cruzados a esperar que los norteamericanos, rusos o chinos, logren una vacuna y nos la envíen para superar o al menos paliar la epidemia, ya lo dijo el experto de la OMS, López-Gatell, “la enfermedad va a estar presente durante varios años y continuará regresando en rebrotes”.

¿Entonces?, qué propuestas concretas tienen las autoridades académicas y científicas nacionales y locales para coordinar y fomentar el desarrollo de tratamientos para atender con efectividad al COVID-19. Qué propuestas, además de las ya citadas, hay en universidades e instituciones de educación superior, acaso, tendremos que esperar a que nos llueva del extranjero.

YUCATÁN, SUS UNIVERSIDADES, CENTROS DE INVESTIGACIONES Y TECNOLÓGICOS.

Sé que hay iniciativas, como la creación de 90 mil mascaras de acrílico para personal médico, por cierto a iniciativa del gobierno y con apoyo de universidades privadas y algunas publicas que sacaron la casta sin ser las de mayor abolengo, asimismo, proyectos para crear respiradores artificiales que se anunciaron pero al parecer no prosperaron y otros más a cargo de empresarios para fabricar no se cuántos miles de ventiladores, en fin, propuestas, proyectos, más propuestas, más proyectos.

Otras instituciones públicas de educación superior -al inicio de la pandemia- anunciaron con bombo y platillo acciones para intervenir en la emergencia sanitaria y citaron entre estos a sus centros de investigaciones y la elaboraciones de “N” número de toneladas de gel anti-bacterial y fabricación de caretas de acrílico. La iniciativa arrancó pero luego, con el tiempo, se parece ser que se desvaneció, que todo fue para la nota del día y la foto correspondiente. En qué terminó, hasta dónde recuerdo, en la recaudación de dos o tres centenares de despensas para gente necesitada…regreso ¿y algún intento por diagnósticos, tratamientos, VACUNA?.

En realidad no tengo el dato de cuántos académicos e investigadores hay en Yucatán, originarios de esta tierra y de otros lugares del país e incluso del extranjero, pero sí tengo conocimiento que son decenas, cientos, en prácticamente todas las áreas del conocimiento. ¿No pudieron diseñar y poner en marcha campañas para orientar, concientizar, intervenir directamente en los problemas de salud que luego se agravaron con tormentas. ¿dónde están sus unidades experimentales en la zona rural?, sus programas de salud, alimentación, bienestar y muchas cosas más.

Sé, porque conozco a varios de ellos, que en Yucatán hay doctores y post-doctores en virología o arbovirología, como quieran llamarle, ¿están participando?. Muchos formados en los países donde hoy precisamente se trabaja en la elaboración de vacunas, en fin…

PARQUE CIENTÍFICO Y TECNOLÓGICO

Recuerdo que se anunció como un hecho histórico, que marcaría un antes y un después, que en un número importante de hectáreas estarían juntos universidades, centros de investigaciones, institutos desarrolladores de tecnologías, empresas, bueno todo lo necesario para hacer una ciudad del conocimiento, así es, hasta con dormitorios para investigadores visitantes, nacionales y extranjeros. Hablo del Parque Científico y Tecnológico. Si usted consulta en internet sobre este tema leerá que su objetivo es: “Impulsar el desarrollo tecnológico y la competitividad del Estado de Yucatán por medio de la transferencia de conocimiento y tecnología entre el sector académico, gobierno y productivo, con el objetivo de contribuir a la creación, desarrollo e incubación de empresas de base tecnológica e innovadora, formación de recursos humanos de alto nivel y LA PROMOCIÓN DEL DESARROLLO ECONÓMICO, SOCIAL Y AMBIENTAL EN BENEFICIO DE LA HUMANIDAD.”

Ahí están -no se si hasta hoy, pero al menos en el papel- la UNAM, el CINVESTAV, el INAOE, el CENTRO GEO, CIATEJ, CIMAT, CIESAS, ECOSUR, HEURISTIC, y empresas como CECYPE, BLUE OCEAN, FRUTECH, PUBLIC SECTOR, ENER SURESTE, CANACINTRA, ACADEMIA MEXICANA DE CIENCIAS, AGENCIA ESPACIAL MEXICANA, CONACYT y, bueno, para qué sigo, en su portal de Facebook hay más información.

Por último, y para aquellos que todavía no creen en las mascarillas o cubrebocas, en Francia ya es obligatorio usar esta protección, su presidente Emmanuel Macron anunció que a partir del uno de agosto próximo será obligatorio y un mensaje más lo dio la esposa de Donald Trump, la eslovena Melania, quien publicó una foto con cubrebocas y expresó: Cuanta más precaución tengamos ahora, eso puede significar un país más sano y seguro en el otoño”. Lo dijo sí para los habitantes de su país, pero también para los habitantes del mundo.

¿Y México?…¿Falta de recursos económicos y humanos?, ¿Utopia?, ¿Incapacidad?, ¿desinterés?

No sé, mientras tanto, miles de mexicanos han muerto y esta cadena pareciera no tener fin.

Que tristeza.

Hasta la próxima y cuídense

Marco Cortez Navarrete
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