Vecinos de la colonia Gertrudis Sánchez, en la alcaldía Gustavo A. Madero, recordaron cómo, hace algunos meses, se vivía en la zona una actividad constante vinculada al huachicoleo, con operaciones nocturnas de extracción ilegal de combustible en el número 5213 de la calle Norte 92. Según los relatos de los habitantes, las actividades de los huachicoleros se realizaban principalmente por la noche, cuando se escuchaba el ruido de maquinaria trabajando y camionetas blancas llegaban para cargar y descargar materiales en grandes tambos.
Una de las vecinas narró cómo, durante las madrugadas, una camioneta blanca entraba al lugar y salía cargada de cascajo, mientras otras veces se observaban grandes tambos cubiertos, presuntamente llenos de combustible extraído de los ductos de Pemex. Esta situación, aseguran los residentes, resultó en la formación de un socavón en la calle de atrás, Norte 94, como consecuencia de la extracción ilegal.
Sin embargo, según los testimonios de los vecinos, hace más de seis meses que las actividades cesaron en ese inmueble, que actualmente se encuentra abandonado. Antes de ser utilizado para el huachicoleo, el lugar era una pequeña fábrica de taxímetros. A lo largo de los últimos meses, las puertas del edificio se han cubierto con hierbas y por un hueco en una de las paredes se puede observar que dentro del lugar hay decenas de cajas de cartón, muebles de oficina y que parte del piso fue recientemente renovado con cemento.
El jueves pasado, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), junto con personal de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil y la alcaldía Gustavo A. Madero, se presentaron en el lugar para inspeccionar la posible toma clandestina de hidrocarburos. No obstante, los vecinos aseguran que la actividad en ese inmueble ya no ocurre desde hace meses y que solo quedaba la huella de las operaciones pasadas.
Este tipo de prácticas ilegales no es algo nuevo en la zona. En julio, EL UNIVERSAL reportó que personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) explicó a los vecinos de la colonia Cuchilla del Tesoro cómo operan los huachicoleros. Según Pemex, el modus operandi consiste en alquilar inmuebles por tiempos cortos y, dentro de estos, realizar excavaciones con maquinaria pesada para acceder a los ductos de hidrocarburos y llevar a cabo la extracción ilícita de combustible.
La comunidad sigue siendo testigo de cómo la falta de control en ciertas áreas de la Ciudad de México sigue permitiendo que este tipo de actividades ilegales se desarrollen, poniendo en riesgo tanto la infraestructura local como la seguridad de los habitantes.