Ahora, los ciudadanos tenemos un episodio más de la verdad histórica.
15 de Abril de 2016
Ha pasado un año, siete meses, tres semanas y estamos como empezamos en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, levantados por la policía en Iguala aquel “septiembre negro” de 2014: no sabemos con precisión qué les ocurrió.
Tenemos la verdad histórica que nos dice fueron levantados por los municipales, entregados a sicarios de Guerreros Unidos, ejecutados e incinerados en el basurero de Cocula. Pero también la conclusión del GIEI, cuya coadyuvancia temporal fue dada por concluida hace dos días por el gobierno mexicano. Los expertos independientes aseguran que no hubo ningún incendio en el basurero.
Súmele la del Grupo de Expertos en Fuego —personalmente es la que me resulta más creíble— que reconoce que sí hubo incendio en el basurero la noche del 26 al 27 de septiembre y que, por lo menos, 17 personas adultas fueron hechas cenizas en ese lugar.
Ahora, los ciudadanos tenemos un episodio más de la verdad histórica, que algún día nos contó el exprocurador Jesús Murillo Karam. Podríamos titularlo “Vergüenza nacional”.
Este último episodio, autoría de la CNDH, nos dice que en la desaparición de los muchachos participaron no sólo los policías municipales de Iguala, como se asienta en la versión oficial, sino también los de otro municipio: Huitzuco.
Peor aún: presentes estuvieron por lo menos un par de elementos de la Policía Federal. Hay incluso un militar que no participó en el levantón de los normalistas, pero que hasta fotos tomó. El valiente informe que presentó ayer el ombudsman nacional, Luis Raúl González, habla también del autobús 1531 de la línea Estrella de Oro en el que viajaban de 15 a 20 normalistas.
Dice que fue interceptado por los policías de Iguala y de Huitzuco en el llamado Puente del Chipote de Iguala. El resto de los 43 habrían sido sustraídos de otro autobús de la misma línea, pero en las calles de esa ciudad de Guerrero.
Los chavos del autobús 1531 fueron vistos por última vez en el citado puente. Entre ellos iba Alexander Mora Venancio, cuyos restos fueron identificados en Innsbruck, Austria. De allí se los llevaron al municipio de Huitzuco para entregarlos a un misterioso Patrón que, se supone, es el jefe de una organización criminal.
Otro grave señalamiento es que representantes de “personas morales” (empresas) habrían obstaculizado las investigaciones de la CNDH y de la PGR.
No sólo eso. Hay indicios de que contribuyeron también a encubrir a los probables responsables.
El ombudsman dijo que la información fue proporcionada a la CNDH por un testigo presencial, que solicitó a las autoridades la reserva de su identidad, y la protección y seguridad correspondiente.
La CNDH planteó a la PGR 17 observaciones y propuestas, entre ellas, profundizar las investigaciones para confirmar o descartar la intervención de agentes de la policía de Huitzuco y de dos elementos de la Policía Federal en los hechos del Puente del Chipote y su vinculación con grupos de la delincuencia organizada.
Los resultados del reporte oficial provocaron molestia e irritación en la Policía Federal. Un comunicado de la Comisión Nacional de Seguridad afirma que el tema de la participación de dos de sus elementos fue integrado con anterioridad al expediente. “No representa una aportación adicional”, subraya.
“Todos los elementos de la Policía Federal que se encontraban en la región han rendido declaración ante el Ministerio Público de la Federación, algunos de ellos hasta en dos ocasiones, sin que hasta el momento se haya confirmado alguna responsabilidad en su contra”, destaca el comunicado.
Los integrantes de la Subcomisión de Examen Previo de la Cámara de Diputados, encargados de resolver las solicitudes de juicio político, rendirán protesta el próximo miércoles en San Lázaro.
Son seis del PRI, uno del PVEM y siete del llamado bloque opositor. Están parejos. La preside, eso sí, Mercedes del Carmen Guillén Vicente, hermana del sub Marcos.
Entre los casos que deberán revisar está el de la famosa Chapodiputada y el del gobernador Javier Duarte.
Morena quiere enjuiciar a los consejeros del INE por el retiro del registro a David Monreal y Guillermo Favela, candidatos a gobernador en Zacatecas y Durango. Se ve difícil que proceda.
Al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, y al titular de la SEP, Aurelio Nuño, se les encendió otro foco amarillo. Alrededor de cinco mil estudiantes del Politécnico marcharon ayer hacia el edificio de la Secretaría de Educación detrás de una manta que decía: “Rechazo total a la Reforma Educativa”.
Los chavos marcharon tranquilamente por las principales arterias del centro de la ciudad. Las manifestaciones sí circulan, aunque provoquen mayor contaminación. En estos casos la salud pasa a segundo término.
No estamos abogando porque se supriman las manifestaciones. No se confunda. Es un alegato contra la incongruencia de las autoridades. Los chavos protestaban oficialmente por la derogación del acuerdo 01/03/16, que adscribe al IPN a la oficina del secretario de Educación. La marcha se politizó y surgieron los gritos de “¡Fuera, Nuño! ¡Fuera, Nuño!