La noche de este sábado, el certamen de Miss Universo vivió una edición histórica en Ciudad de México con la coronación de Victoria Kjaer, una talentosa bailarina profesional de 21 años originaria de Dinamarca. En una velada que destacó por la inclusión y la diversidad, Kjaer se impuso a un total de 130 concursantes, la cifra más alta registrada en la historia del certamen, que este año celebró su edición número 73.
Con su victoria, Kjaer se unió a la lista de ganadoras más prestigiosas del certamen, que por primera vez contó con la participación de mujeres que han sido madres, un cambio que marca una nueva era de inclusión. La joven danesa se destacó no solo por su belleza, sino por su carisma y seguridad al enfrentar a una competencia de altísimo nivel.
Chidimma Adetshina, una estudiante de leyes que representó a Nigeria, fue coronada como primera finalista, lo que significa que asumiría la corona en caso de cualquier impedimento de la nueva reina. Fernanda Beltrán, la representante de México, se conformó con el título de segunda finalista, mientras que Suchata Chuangsri de Tailandia y Ileana Márquez de Venezuela ocuparon las siguientes posiciones.
Una de las novedades más significativas de esta edición fue la inclusión de diez mujeres madres en la competencia, un reflejo de los esfuerzos por modernizar el certamen. Entre ellas, destacó Beatrice Njoya de Malta, quien a sus 40 años y con tres hijos, desafió las convenciones al participar en un evento tradicionalmente dominado por jóvenes solteras. Otras participantes destacadas fueron Jennifer Colón, una esteticista de Puerto Rico con tres hijos a sus 36 años, y Logina Salah, una modelo egipcia de 34 años que padece vitiligo y es madre soltera de una niña.
Este año, además, la competencia subrayó la apertura hacia la diversidad, ya que en ediciones anteriores se permitió la participación de mujeres casadas, de talla grande y hasta mujeres transgénero, ampliando las barreras que anteriormente definían los estándares del certamen.
La edición de Miss Universo 2023 se enmarca en un contexto de cambios significativos para el certamen, que en los últimos años ha buscado renovarse y adaptarse a los tiempos modernos. Desde que la firma tailandesa JKN Global Group, liderada por la empresaria transgénero Anne Jakapong Jakrajutatip, adquirió la organización en 2022, se ha trabajado en transformar la imagen de Miss Universo, abriendo sus puertas a candidatas con características y realidades más diversas. En enero de este año, Legacy Holding, una sociedad con base en México, adquirió el 50% de las acciones de Miss Universo, lo que consolidó aún más el vínculo entre el certamen y la región.
En la memoria colectiva quedó también el certamen de 2023, que será recordado no solo por la coronación de Kjaer, sino también por la controversia generada por la situación política en Nicaragua, tras la victoria de Sheynnis Palacios en 2023. Su triunfo desató las mayores movilizaciones en el país desde las protestas de 2018, lo que obligó a la reina de belleza y su familia a exiliarse debido a la persecución política.
Miss Universo, un certamen que ha sido criticado a lo largo de los años por promover ideales conservadores sobre la feminidad, sigue evolucionando y adaptándose a un mundo cada vez más diverso, donde la belleza se redefine en función de valores más inclusivos y representativos.