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Violencia económica, COFECE al rescate

Carlos Mena
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Por Carlos Mena Baduy

Doloroso igual que la violencia física, la violencia económica es
aquella que sufren millones de familias de México, en silencio y sin saber, al
sacrificar su calidad de vida por la compra a sobre precio de cientos de
productos y servicios en el mercado.

La Comisión Federal de Competencia Económica es la
institución pública que se ocupa de verificar que las condiciones de mercado
donde operan las empresas estén libres de obstáculos que pudieran afectar su
entrada o desarrollo.

La presencia de pocos oferentes en un mercado provoca precios altos, poca
calidad o tardanza en recibir productos o servicios, sin embargo, nunca han
prevalecido condiciones de entrada fácil al mercado en México por una sola
razón, las regulaciones gubernamentales y marco fiscal disminuyen la movilidad
y crecimiento de las Pymes provocando monopolios y concentraciones que, si bien
están en contra de los principios que la Cofece defiende, son legales de
origen.

La primera corrupción o distorsión en el mercado es
cuando pocas empresas son las autorizadas para producir un artículo, para un
trámite, servicio de uso masivo o compras públicas, además existen
sobrerregulaciones y permisos sofisticados que restringen la apertura de
empresas. Se trata de los negocios más rentables de una economía, energía,
transporte, bancos, medicamentos y servicios públicos porque tiendas bares y
servicios personales son casi imposibles de regular.

Por lo general los países del tercer mundo tienen
más leyes para la apertura de industrias que las de primer mundo, pero también
el método de apertura es importante; en los países desarrollados tienen que
cumplir requisitos, abres y te auditan, en México puedes estar listo pero el
permiso puede tardar meses o años antes de abrir. La discrecionalidad y poca
claridad en los tiempos de respuesta a permisos o solicitudes empresariales es
la marca registrada de los países subdesarrollados.

Esto, independientemente de que las empresas en
México pagan impuestos cuando se expide la factura no cuando se cobra la
factura, en los países desarrollados no, esto promueve la informalidad. La
electricidad es barata para empresas que personas, en México es más cara para
empresas. Los hábitos de pago de compras públicas también cuentan, los
gobiernos pagan bien y en nuestro país específicamente en gobiernos de los
estados se apuntan más muertes de empresas por falta de pago que cualquier
estímulo de empleo.

Pero por primera vez en la historia la Cofece
desafía viejos abusos de poderes económicos trasnacionales y de conglomerados
nacionales que nacieron de la noche a la mañana en años anteriores y no parece importarle a ningún político
tradicional.

En este corto periodo de tiempo la Cofece se ha
enfrentado a Heinequen por exclusividad en distribución de cerveza en contra de
las artesanales, harineros de maíz en Chiapas por colusión de precios
regionales, Aeroméxico por colusión de tarifas mínimas con otras
aerolíneas, Asur por el ofensivo cobro de
costo de taxis en Quintana Roo, sobre precios en medicamentos muy por arriba
que en sus países de origen. De hecho, esta agencia lleva un 100% más de multas
que en el periodo de Peña Nieto.

Otro de los desafíos es el comercio en línea; si
compras algo por menos de 50 dólares en Amazon Estados Unidos no pagas IVA, el
gobierno norteamericano lo quiere elevar a 80 dólares, en Canadá son 20
dólares. Francamente competencia desleal para pymes mexicanas.

Su titular Alejandra Palacios merece todo el
reconocimiento político que no va tener, pero que le agradecen millones de
personas por abatir estos abusos, estoy seguro que los cabilderos de las
poderosas empresas la van llamar al Congreso para inventarle pretextos para
seguir con el secuestro del mercado mexicano, si bien la 4T se fijó en las
comisiones bancarias y los precios de los energéticos los mexicanos seguimos
pagando sobreprecios injustificados en cemento, transportes federales, químicos
o cualquiera que necesite alta
industrialización o concesiones de gobierno para su producción o ventas.

El caso más dramático del poder de los conglomerados
fue la ley aprobada en el congreso para la eliminación de ventas en escuelas primarias de refrescos y
comida chatarra, en semanas la modificaron y luego desaparecieron, esa ley era
demasiado drástica con que se hubiera solicitado a las mismas empresas versiones
con menos calorías o más saludables era suficiente para combatir la obesidad y
diabetes infantil, que por cierto, somos de las países que más sufren esta
dolencia.

Este artículo no solamente es para señalar viejos
problemas y sus causas es para felicitar a la titular de la Cofece que está
luchando con gigantes que han comprado conciencias y derrotado hasta países
enteros, de sus investigaciones se podrían escribir libros de género policiaco
donde la víctima es tu cartera.

Carlos Mena
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