El destacado artista, arquitecto y activista chino Ai Weiwei, conocido por su defensa de los derechos humanos y su crítica al autoritarismo, expresó este viernes en la ciudad de León (España) su visión sobre la relación entre arte y tecnología, especialmente en lo que respecta a la Inteligencia Artificial (IA). En declaraciones realizadas con motivo de su nueva exposición “Ai Weiwei. Don Quixote” en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (Musac), el artista aseguró que la eficiencia no es lo más relevante en el arte, sino los recuerdos y los sentimientos que despierta. En este sentido, Weiwei no considera que la IA tenga el mismo impacto en el mundo artístico que en otros sectores, ya que el arte se nutre de la emoción y la subjetividad humana, elementos que, según él, son irremplazables por las máquinas.
El activista, exiliado por sus posturas críticas contra el gobierno chino, reconoció el creciente impacto de la IA en distintos ámbitos, desde los procesos productivos hasta la información, y advirtió que las sociedades del futuro deberán encontrar formas de enfrentar los problemas éticos y sociales que surjan con esta nueva tecnología.
En su discurso, Ai Weiwei también subrayó la importancia de que los avances tecnológicos no sean utilizados para la destrucción, sino para el bienestar de la humanidad. “El desarrollo tecnológico debe servir para mejorar la sociedad”, afirmó, subrayando su preocupación por las implicaciones éticas de estas innovaciones.
Una exposición monumental
La exposición “Ai Weiwei. Don Quixote”, que se inaugura este sábado en el Musac, reúne una selección de 44 obras de gran formato que abordan temas como la libertad de expresión, las crisis migratorias y la defensa de los derechos humanos. Entre las piezas destacadas se encuentran esculturas realizadas con bloques de construcción tipo LEGO, y una serie de películas que resumen su trabajo en cine y videoarte. Además, se exhiben algunas de sus obras más monumentales, concebidas especialmente para las amplias salas del Musac, lo que ha permitido que el artista despliegue una de las exposiciones más grandes de su carrera.
Una de las piezas más destacadas es “Comedia humana” (2017-2021), un candelabro de Murano de más de ocho metros de altura y 2.700 kilos de peso. Esta obra, que se expone por primera vez en un museo, representa una reflexión de Ai Weiwei sobre el humanismo, la humanidad y la libertad de expresión. Su imponente tamaño y peso hacen de ella una de las piezas más impresionantes de la muestra.
Don Quijote y la libertad creativa
El título de la exposición, “Don Quixote”, tiene un profundo significado personal para Ai Weiwei, quien recuerda su infancia marcada por la obra de Miguel de Cervantes, que su padre, el poeta Ai Qing, le presentó a través de una edición ilustrada. El personaje de Don Quijote, con su idealismo y lucha contra lo establecido, inspiró al artista y lo llevó a cuestionar las normas rígidas de la sociedad china bajo el maoísmo. Ai Weiwei encontró en Don Quijote una figura fascinante, un “personaje fantástico cuya identidad no está anclada a la realidad”, lo que le permitió imaginar un mundo más allá de la lógica y la racionalidad impuestas por el régimen.
A lo largo de su carrera, Ai Weiwei ha seguido desafiando las normas y convenciones, como lo demuestra su trabajo con LEGO, con el que ha reinterpretado el arte tradicional y ha ofrecido nuevas perspectivas sobre la pintura y la escultura.
En sus palabras, el artista agradeció a las instituciones que hicieron posible la exposición, destacando el espacio único y las dimensiones del Musac como elementos clave para la realización de esta muestra que promete dejar una huella duradera en los visitantes.