En el tercer aniversario de la invasión rusa a Ucrania, el presidente chino Xi Jinping y su homólogo ruso, Vladimir Putin, reafirmaron la solidez de las relaciones bilaterales durante una conversación telefónica. Ambos líderes enfatizaron que la asociación entre sus naciones es firme y no se ve afectada por presiones externas, en aparente referencia a los recientes esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos para acercarse a Moscú.
Xi Jinping destacó que China y Rusia son “verdaderos amigos que comparten alegrías y penas, se apoyan mutuamente y se desarrollan juntos”. Por su parte, Putin subrayó que la relación con Beijing es una “elección estratégica” basada en una perspectiva a largo plazo y que “no será influenciada por eventos transitorios ni factores externos”.
La llamada se produjo en un contexto de creciente preocupación en Beijing por el acercamiento entre Washington y Moscú, lo que podría marginar a China en la escena internacional. A pesar de las iniciativas estadounidenses para mejorar las relaciones con Rusia, ambos líderes reafirmaron el valor estratégico y la estabilidad de su alianza, que abarca ámbitos como la cooperación militar, económica, energética y tecnológica.
Además, Xi expresó su satisfacción por los esfuerzos de Rusia para mantener un diálogo con Estados Unidos con el objetivo de resolver el conflicto en Ucrania y reiteró la disposición de China para facilitar las conversaciones de paz. Esta comunicación subraya la intención de ambos países de mantener una colaboración estrecha y coordinada en medio de un panorama geopolítico en constante cambio.
La relación entre China y Rusia ha cobrado mayor relevancia en los últimos años, especialmente tras la invasión rusa a Ucrania en 2022. Ambas naciones han intensificado su cooperación militar y económica, buscando contrarrestar la influencia de Estados Unidos y sus aliados en la región. Este fortalecimiento de la alianza sino-rusa refleja una estrategia conjunta para enfrentar desafíos comunes y promover un orden mundial multipolar.


