La Revista

Y cuando desperté: el Tiranosaurio continuaba ahí: firme, pero de otro color

Marco Cortez Navarrete
Marco Cortez Navarrete
Sígueme en redes sociales:

Por: Marco A. Cortez Navarrete.

Va por México, Alianza fracturada al trascender y hacerse públicas corruptelas del campechano Alejandro Moreno Cárdenas al frente del PRI, situación que está arrastrando a “lo que queda” del PRD y tambaleando las estructuras del considerado históricamente opositor del sistema político mexicano: el PAN.

Las recientes elecciones en seis estados dejaron muy claro el proceso de pulverización del partido político que gobernó durante décadas y regresó con Enrique Peña Nieto para terminar siendo más de lo mismo, a grado tal que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), creado y liderado por Andrés Manuel López Obrador, no tan solo arrebató, sino que de manera sistemática se está encargando de arrancar, una a una, las gubernaturas estatales a los priistas y también panistas.

Es cierto que Morena, comenzando con el propio Andrés Manuel, está integrado, casi en su totalidad, por políticos que han militado e incluso fueron líderes y gobernantes representando al priismo, perredismo y panismo, no obstante, de manera gradual, el color guinda de Morena está desplazando a los colores de los partidos políticos que hasta el día de hoy no han rendido cuentas positivas en el poder registrando solo derrotas electorales y conformándose con lo mínimo, acatándose únicamente a la critica utilizando “las benditas redes sociales”, al grado que el mismo AMLO se ha encargado, desde su mañanera, de recomendarles qué y cómo deben hacer para no seguir en el limbo.

Se dice fácil, en 4 años 20 gubernaturas, ¿por qué pasó esto? ¿a qué hora? ¿cómo sucedió? La respuesta para muchos es sencilla: la hoy oposición, más allá de su alianza que no ha logrado nada más que eso, aliarse, continúa aferrada al más viejo y tradicional estilo, pero unidos, pensando que de esta forma se recuperará lo perdido sin darse cuenta que la gente, la inmensa mayoría de los mexicanos, ya están cansados de los colores que representan cada uno de los partidos y, sobre todo, que han tenido sus oportunidades sin obtener los resultados esperados, tal vez como sucede hoy mismo con Morena, pero con la diferencia de que ya no hablamos de un tricolor, o de un blanquiazul, y mucho menos de colores amarillo, rojo y naranja.

“El pueblo bueno y sabio” como dice el propio López Obrador le ha conferido el poder para, incluso, otorgar premios de consolación a sus “adversarios políticos” derrotados, para que no se vayan tristes y continúen disfrutando de las mieles del poder. No importa el cargo, siempre y cuando sea público, y uno de los premios mayores otorgados hasta el momento es la Embajada en España, país donde el Rey ya dio la bienvenida al ungido por el presidente mexicano.

¿Y las figuras con las cuáles pretende la oposición quitarle la presidencia a López Obrador?, y digo López Obrador, porque él es Morena…¿dónde andan?…¿quiénes son?…Yo, al menos veo a la senadora y periodista Lilly Téllez quien se ha puesto al tú por tú con los morenistas entre ellos tipos como Gerardo Fernández Noroña a quien ya incluso bautizó con un apodo nada bonito.

No olvidemos que la senadora Téllez comenzó precisamente de la mano de López Obrador para luego integrarse al panismo. ¿Quién más?, pues está Enrique de la Madrid Cordero, ex secretario de Turismo e hijo del ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado que como mandatario tuvo una discreta actuación. Y por allá se barajan los nombres de Luis Donaldo Colosio, hijo del malogrado Luis D. Colosio Murrieta, ex candidato a la presidencia asesinado en Lomas Taurinas.

Además, el presidente ya se cansó de dar el banderazo con la luz verde para que los aspirantes o “a la grande” saquen sus cabezas y digan yo (sin saber que tal vez una filosa guadaña termine por hacer a un lado dicha parte del cuerpo). El tabasqueño, muchas veces sin pregunta de por medio, se dedica a destapar “corcholatas” (nombres) como el mismo definió, y que ya son muchas.

Algunos lo toman muy en serio al grado de tratar de imitar, y si es posible, clonar formas y estilos del presidente, y a manera de ejemplo, citamos a la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum; y por otra parte, con otros estilos pero no muy lejanos, el canciller Marcelo Ebrard; el senador Ricardo Monreal; la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier; la titular de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, y hasta gobernadores, como sucedió recientemente en Oaxaca, cuando AMLO menciona por segunda vez al yucateco Mauricio Vila Dosal y también destapa al oaxaqueño Alejandro Murat Hinojosa, que solo alcanzó esbozar una sonrisa como diciendo: “no me la creo”.

Sea lo que sea, hoy AMLO dicta no tan solo agenda, desde sus mañaneras en el salón tesorería de Palacio Nacional, sino que ha logrado, de una u otra manera, lo que ni el PRI, ni el PAN, ni el PRD, como oposición han logrado: recuperar, y a partir de ahí, construir o reconstruir proyectos, planes y programas. Hoy la oposición está al borde de un golpe fulminante y decisivo para la política, el gobierno y el futuro del país. Hoy AMLO hace lo que quiere, cuando quiere y como quiere, mientras sus adversarios se unen con la esperanza de resucitar algo que tal vez ya dejó de existir o está en proceso y, además, sin darse cuenta que el mundo, y México, ya son otros.

PD. No olvidar también la postura -que aún no sabemos qué impacto tendrá para el corto y mediano plazos- de López Obrador ante gobiernos extranjeros, especialmente España y Estados Unidos, los dos socios económicos de primer orden. Y tampoco olvidemos el acercamiento y empatía con regímenes como el cubano, el venezolano y el nicaragüense, sin duda. Para Muchos, entre ellos EEUU, dictadores del continente Americano.
 
Hasta la próxima.

Marco Cortez Navarrete
Marco Cortez Navarrete
Sígueme en redes sociales:

No quedes sin leer...

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Lo último