En una casa en España vivía un señor. Alma y sensibilidad eran el día a día de su existir, era lo que se suele llamar un caballero. Ley y bondad, verdad y entrega, esfuerzo y lucha, trabajo y fe, fe y esperanza, alegría y humildad, honestidad y nobleza.
Vivía genial. Un rondeño de bien que habitó la Ronda pura y serena hace años ya decía siempre que él vivir vivía bien.. porque para qué iba a peor.. Vivía con emoción, con arte y con tradición. Español de verdad: misa, el aperitivo, los toros, la conversación..
Septiembre le gustaba. Y abril. A quién no le gusta abril? Adoraba pensar, dar vueltas a las cosas, pasear. Ir a la iglesia, escuchar flamenco, leer historia, beber vino, comer lo que está bueno. Era como hay que ser: de ole, de generosidad, de clase…
Y, a su raza y a su valentía, se le rendía un homenaje que homenajeaba a un hobbit… Cosas que pasan, natural(mente)…
Dedicado a la memoria de Tolkien
Al hobbit
A los señores españoles que son como hay que ser
A mi amigo Carlos
A Luis
Al toreo
A nuestras tradiciones
Y a España
