El mariscal de campo Joe Burrow dio un paso importante en su recuperación al reincorporarse a los entrenamientos de los Cincinnati Bengals, con la esperanza de estar disponible para el enfrentamiento del Día de Acción de Gracias frente a los Baltimore Ravens, el próximo 27 de noviembre.
Aunque no quiso comprometer una fecha exacta, Burrow reconoció que regresar en ese partido tendría un gran valor simbólico. “Veremos cómo van estas próximas dos semanas”, declaró durante su primera rueda de prensa desde la lesión. “Hay muchos factores que influyen. Hay muchas variables que hay que considerar”.
El regreso de Burrow se produce tras una cirugía por una lesión en el dedo gordo del pie izquierdo que lo ha mantenido fuera de acción desde la Semana 2. Desde entonces, los Bengals han acumulado un récord de 3-6, perdiendo cinco de sus últimos seis encuentros, lo que complica su camino hacia la postemporada.
El lunes, Burrow participó de forma limitada en el entrenamiento, iniciando el periodo de 21 días que la NFL permite para regresar desde la lista de lesionados. No tomó parte en los ejercicios completos de equipo, pero realizó lanzamientos a receptores sin cobertura defensiva, en lo que se conoce como “rutas al aire”.
Zac Taylor, entrenador de los Bengals, afirmó que este era el plazo previsto para que el mariscal retomara los entrenamientos. “Creo que es emocionante ver a un jugador que se ha esforzado tanto para recuperarse de una lesión grave”, comentó. “Esta es solo la siguiente etapa de su recuperación”.
A pesar del progreso, Burrow ya fue descartado para el encuentro del próximo domingo contra los Pittsburgh Steelers (5-4). Joe Flacco, quien llegó procedente de los Cleveland Browns en la Semana 6, continuará como titular si logra recuperarse de un esguince en el hombro derecho. Taylor indicó que será evaluado a lo largo de la semana, pero que parece estar “bien” tras la semana de descanso.
Burrow ha enfrentado múltiples lesiones desde su llegada a la NFL. En 2020, una rotura del ligamento cruzado anterior y otros ligamentos de la rodilla izquierda terminó prematuramente con su temporada de novato. En 2022, una apendicectomía afectó su preparación inicial. En 2023, una distensión en la pantorrilla y una lesión en la muñeca limitaron su desempeño.
A pesar de estas adversidades, el jugador expresó sentirse optimista con los avances tras la cirugía reciente. “En este momento, solo se trata de correr, cambiar de dirección y hacer paradas bruscas; tendremos que ver cómo se siente en las próximas semanas”, explicó. También señaló que, aunque ha usado un soporte adicional en su calzado, la mecánica de su lanzamiento no se ha visto afectada.
En lo deportivo, los Bengals han mostrado una gran disparidad. Desde la llegada de Flacco, el equipo lidera la liga en ofensiva anotadora con un promedio de 32.8 puntos por partido, pero también registra la peor defensa, permitiendo 36.0 puntos por encuentro. Burrow reconoció que “Cincinnati no ha podido jugar bien tanto en ataque como en defensa al mismo tiempo”.
Pese a todo, el mariscal mantiene la fe en el equipo. “Todo sigue a nuestro alcance”, aseguró. “Es muy raro que nuestra división esté así, pero este año lo está. Así que creo que estaremos en la pelea al menos hasta el final”.
El posible regreso de Burrow, dos veces ganador del premio al Jugador Regreso del Año de Associated Press, podría representar un impulso crucial para un equipo que busca volver a los playoffs tras dos temporadas sin lograrlo.
