El deseo nació. Y al poco tiempo estaba feliz diciendo olé y olé delante de una hoguera. El deseo tenía corazón flamenco, alma taurina, y piel generosa. El deseo era un susurro, bello como una oración, era un cantar, brisa fresca de mañana de abril…
El deseo creció. Viajó… el deseo aquella tarde de finales de diciembre se paseó por las calles empedradas de Santiago de Compostela, arte y leyenda, escuchando villancicos navideños.. y soñó… el deseo soñó que se cumplía… ya no era un deseo. Era real! Y sonrió…
Dedicado a mi familia a la que amo y deseo lo mejor
Dedicado a Milagros
Dedicado a mi Ana y su familia
Dedicado a ese deseo que deseo que sea real
Dedicado a mi Luisito al que deseo lo mejor
Dedicado a Vanesa
Y a mis grandes amigos…