Por: Manuel Triay Peniche.
Parece niño Jesús que escucho el canto de tu madre, María, tratando de adormecerte aquella noche fría, en el portal de Belén donde resolviste dar inicio a tu redención, hasta hoy inconclusa y llena de huecos, porque nos hiciste hijos de Dios -por tanto hermanos tuyos- pero nos dejaste en libertad de que cada quien resuelva su destino.
A la nanita nana, nanita ella …
Fue hace 2000 años según el Calendario Juliano. Cansado quizá, tu padre Dios, de lo tercos y retorcidos que éramos los humanos te envió al mundo para enderezarnos y tal vez por tu manera de ser es que no marchamos derechitos. Sí, no te asustes porque sabes cómo somos, nos dan la mano y tomamos los pies.
Y claro que la pobre María, mamá María, hasta hoy no logra adormecerte porque no has concluido tu chamba. ¿De verdad pensaste que acabarías con los Herodes, con los farsantes y los fariseos que llenan tus templos? ¿De verdad pequeño creíste que con tu venida al mundo nos haría justos, honrados, respetuosos y buena onda?
No sé tú, pero yo escucho el canto de tu madre melodioso, pero cansado; dulce, pero triste, e insistente, pero apagado …
A la nanita nana, nanita ella …
Cómo te puedes dormir si no hemos cambiado en nada a pesar de tu sacrificio en la cruz. Nuestros gobernantes siguen igual de impositivos y tramposos, nuestros empleadores igual de mezquinos y explotadores, nuestra sociedad igual o peor de injusta, los derechos humanos siguen inalcanzables y los pobres pululan por doquier.
Claro que te quita el sueño ver cómo somos de desobedientes y apáticos ante cualquier cosa que signifique un límite. ¿Acaso nos importamos nosotros mismos que andamos en manada en plena contingencia sanitaria? Si no nos cuidamos a nosotros mismos obvio que el vecino nos vale una …
A la nanita nana, nanita ella …
Y haces bien en no dormirte aunque tu madre se canse de arrullarte, porque, insisto, tu venida a este mundo no está dando los frutos esperados. Mientas continúen las muertes por falta de atención hospitalaria, mientras unos tengan todo y otros carezcan de lo indispensable, mientras no entendamos que libertad no es sinónimo de libertinaje, claro que no te puedes dormir.
Sé muy bien, niño Jesús, que todo esto es problema nuestro, pero éste “nuestro” incluye a las familias que han dejado muchos cabos sueldos en su cambio de “rol”, incluye a los gobernantes responsables de la educación, la salud y la impartición de justicia, incluye a la sociedad como eje central de convivencia, incluye a cada persona en su obligación de respetar normas y leyes … y parece que nos vale.
Aunque haya algunos avances en estos 2000 años transcurridos, estamos a años luz de ser imagen y semejanza tuya, la misión que te encomendó tu Padre está trunca, nuestra salvación está muy lejos y la hemos devaluado. La verdad no sé qué más harás pero no puedes quedarte con los brazos cruzados, quizá tengas que reformar esa máxima de que ni tú puedes redimirnos si nosotros no queremos …
Mientras resuelves yo le haré coro a tu madre a ver si mi desentonada voz te mantiene más despierto …
A la nanita nana, nanita ella ….
Mérida, Yucatán
Año Covid 2020
