Al parecer la reubicación del aeropuerto de Mérida estaría incluida en el paquete gubernamental de infraestructura

El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, dijo que a fin de que importantes inversiones estadounidenses vean a México como la mejor opción parta el desarrollo de sus proyectos, se están redoblando esfuerzos y ya se prepara un multimillonario paquete de infraestructura con empresas privadas y evitar que dichas inversiones se vayan a países como China.
El funcionario federal dijo lo anterior en una entrevista realizada en Palacio Nacional esta semana, y lo destacable del caso es que Yucatán está presente en ese paquete de infraestructura con inversión pública-privada que incluirá más de 40 proyectos en áreas como carreteras, emprendimientos energéticos, telecomunicaciones, puertos y aeropuertos.
Como hemos informado en su oportunidad, una de las obras que al parecer estaría incluida en el tercer paquete de infraestructura sería el nuevo aeropuerto de Mérida, que tendrá un costo de 10 mil millones de pesos y está considerada como la segunda inversión más relevante de este nuevo paquete.
Es una inversión mixta en la que irán el promotor, José Antonio Loret, que desarrollará todo un complejo inmobiliario asociado, y Asur, de Fernando Chico Pardo, que se mantendrá como el operador.
También apunte al gobierno del Estado de Yucatán, que encabeza Mauricio Vila, y el Fondo Nacional de Infraestructura, que comanda Sergio Forte, dependiente de Banobras, dirigido por Jorge Mendoza.
El nuevo aeropuerto estará en Poxila, municipio de Umán, y su reubicación permitirá un mejor desarrollo urbano para el sur de Mérida. Generará mil 666 empleos directos y cuatro mil 164 indirectos.
Por su parte, en la entrevista realizada esta semana, Ramírez de la O dijo que la iniciativa fue aprobada por representantes del sector privado. “Habrá un anuncio de un paquete de infraestructura en unas pocas semanas, cuando el Presidente esté listo”, añadió.
Ciertamente, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho anuncios público-privados similares de miles de millones de dólares en el pasado, sin embargo, este nuevo programa se produce cuando México registró dos trimestres consecutivos de contracción de la actividad, poniendo a la segunda economía más grande de América Latina en la posición de necesitar un salto para iniciar el crecimiento.
México bajo López Obrador ya está gastando en grandes proyectos de infraestructura, incluida la construcción del Tren Maya en el sureste del País y la refinería Dos Bocas, destinados a disminuir la dependencia de México de los combustibles importados.
La inversión privada cayó durante la pandemia y, aunque se recuperó en el segmento de la construcción, el Gobierno busca impulsarla en otras áreas, dijo Ramírez de la O.
El Secretario también se está acercando a más inversionistas en los Estados Unidos, presentando las ventajas de poner recursos en México en lugar de China.
“Mover las operaciones de Asia más cerca de casa es beneficioso en tiempos de escasez generalizada de suministros y aumento de los costos de envío y mano de obra”, dijo.
“Tenemos que hacer roadshows en los Estados Unidos para que la gente sea consciente del hecho de que las ventajas que hicieron que gran parte de la fabricación se trasladara a China ya no son las mismas. Los salarios son más altos y los costos de envío son el cuádruple de lo que eran”, dijo Ramírez de la O.