Miles de manifestantes se congregaron en Udine, Italia, en solidaridad con Palestina antes del partido entre Italia e Israel, protagonizando momentos de tensión con las fuerzas policiales.
La protesta fue organizada por el Comité para Palestina en Udine, que exigió la exclusión de Israel de las competiciones deportivas internacionales por su “apoyo a políticas de ocupación” en los territorios palestinos. Aunque un alto el fuego entre Israel y Hamás había sido pactado recientemente, esto no impidió que se llevara a cabo la marcha.
Las autoridades desplegaron fuertes medidas de seguridad: la ciudad fue blindada con barreras de hormigón, cierres de calles y restricciones en los accesos al estadio Friuli. Se esperaba la participación de decenas de miles de personas; estimaciones preliminares hablaban de alrededor de 10 000 manifestantes.
Durante el desarrollo de la marcha, algunos manifestantes intentaron dirigirse hacia zonas no autorizadas, lo que desató choques con la policía. Se usaron cañones de agua para dispersar grupos que buscaban traspasar los límites establecidos por las autoridades. El saldo oficial de ese enfrentamiento fue de al menos 3 heridos y 15 detenidos.
A pesar del ambiente de confrontación, gran parte de la manifestación transcurrió de manera pacífica, con marchas que exigían el cese de las acciones bélicas contra Gaza y la condena del “genocidio” atribuido a Israel. En algunos momentos se escucharon consignas críticas contra la participación de Israel en eventos deportivos, y se intentó dar visibilidad internacional a la causa palestina.
El partido entre Italia e Israel se celebró como estaba previsto, aunque con reducido público debido a las tensiones previas.


