Los tribunales de inmigración de Estados Unidos enfrentan una acumulación sin precedentes, con más de 4 millones de casos pendientes, según datos federales recientes.
Este retraso histórico en el sistema judicial migratorio refleja desafíos significativos en la gestión de casos de inmigración, incluyendo solicitudes de asilo y procedimientos de deportación. A pesar de los esfuerzos por agilizar los procesos, la acumulación continúa creciendo, lo que genera preocupaciones sobre la eficiencia y equidad del sistema.
En el año fiscal 2024, los jueces de inmigración cerraron 914.000 casos, un incremento del 36% en comparación con el año anterior. Sin embargo, el número de casos pendientes sigue siendo elevado, con 3,5 millones de expedientes aún en espera de resolución.
La situación se complica aún más con las recientes decisiones políticas. El presidente Donald Trump destituyó a cuatro juezas encargadas de los tribunales de inmigración, incluyendo a la jueza presidenta Sheila McNulty, como parte de una reforma radical del sistema migratorio. Esta acción ha generado incertidumbre sobre el futuro de la gestión de casos de inmigración en el país.
La acumulación de casos pendientes en los tribunales de inmigración plantea desafíos significativos para el sistema judicial de Estados Unidos, afectando tanto a los migrantes que buscan resolver su situación legal como a las autoridades encargadas de administrar justicia de manera eficiente.