Ciencia y Cultura, hasta la sepultura
Por: Victor M García de la Hoz
Sin duda alguna se trata del impuesto por la checa Jarmila
Kratochvílová en los 800 metros planos durante el mundial de Atletismo, en
Helsinki 1983, cuya marca de 1:53:28 está todavía vigente. Casualmente, en los
Juegos Olímpicos de Munich 1980, la rusa Nadezhda Olizarenko, había corrido la
misma prueba de 800 planos en 1:53:43, imponiendo el récord olímpico que
todavía persiste.
Para darnos cuenta de lo increíble que son esas marcas,
veamos que en los recientes Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (celebrados en
2021), la ganadora de los 800 metros planos fue la norteamericana Athing Mu,
con un tiempo de 1:55:21, casi dos segundos más que las marcas de hace cuarenta
años.
(Imagen 2) Jarmila Kratochvílová al ganar en
Helsinki 1983.
Hay otro par de récords que, si bien no son tan antiguos,
tienen ya un buen tiempo y aún no se ve a alguien que pueda romperlos.
La famosísima Florence Griffith, reina de los Juegos
Olímpicos de Seúl 1988, implantó dos marcas olímpicas que hasta el momento
permanecen imbatibles: 100 metros planos en 10:49, y 200 metros en 21:34. La
jamaicana Elaine Thompson, en los Juegos Olímpicos en Tokio 2020, se llevó la
medalla de oro al correr los 100 metros en 10:54, segunda mejor marca de la
historia para esta prueba, y son todavía cinco centésimas más que la
norteamericana, aunque ya han pasado 33 años de aquel récord.
(Imagen 3) La inigualable Florence Griffith –
Joyner
Merece también mención el récord considerado el récord
atlético que más tiempo ha durado (y sigue parcialmente vigente): el histórico
Salto de Longitud de 8.90 metros del norteamericano (nacido en Jamaica) Bob
Beamon en los Juegos Olímpicos de México 68. Fue hasta agosto de 1991, en el
mundial de atletismo en Tokio, que el también norteamericano Mike Powell saltó
8.95 metros para implantar un nuevo récord mundial que sigue imbatible, pero el
récord olímpico de Beamon, sigue vigente después de 53 años (solo por mencionar
un dato que nos permite aún más admirar las proezas realizada por Beamon y
Powell, el griego Miltiadis Tentoglu, obtuvo la medalla de oro en Tokio 2020
con un salto de 8.41 metros ¡50 centímetros menos que aquellos!).
(Imagen 4) Bob Beamon en México 68, en el
llamado “salto hacia el próximo siglo”.
Por razones que parecen obvias, todos esos super
atletas que han impuesto marcas consideradas “increíbles” se consideran un caso
controvertido en el atletismo. Desde siempre hicieron circular muchos rumores y
especulaciones acerca del posible uso de drogas, aunque nunca se encontraron
pruebas de ello. Hay que decir -y no con esto quiero quitar mérito a los
grandes atletas que hemos mencionado- que en esos años las pruebas antidopaje
estaban menos desarrolladas, y no sería difícil que muchas sustancias
prohibidas pudieran no ser detectadas.