La Unión Europea (UE) y el Mercosur han concluido un histórico acuerdo de libre comercio tras 25 años de negociaciones. Este pacto, que abarca a más de 700 millones de consumidores, eliminará aranceles en una amplia gama de productos, beneficiando a sectores industriales y agrícolas de ambas regiones.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó que el acuerdo no solo representa una oportunidad económica significativa, sino también una necesidad política, al fortalecer la asociación entre las dos regiones. Según estimaciones de Bruselas, las empresas europeas podrían ahorrar alrededor de 4.000 millones de euros anuales en aranceles.
Sin embargo, el acuerdo enfrenta oposición en algunos países europeos. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha calificado el pacto en su estado actual como “inaceptable” y ha prometido defender la agricultura y la soberanía alimentaria de su país.
Por su parte, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, celebró el acuerdo, subrayando que se trata de mucho más que un pacto comercial y que refuerza la confianza entre las regiones.
El proceso de ratificación aún está pendiente y podría enfrentar obstáculos, especialmente en el Parlamento Europeo, donde se requieren salvaguardas medioambientales más estrictas para su aprobación. No obstante, el acuerdo representa un avance significativo en las relaciones comerciales entre la UE y el Mercosur, con el potencial de impulsar el crecimiento económico y fortalecer los lazos políticos entre ambas regiones.