Los restos de un submarino hundido en el lejano mes de enero de 1943 habrían sido encontrados en las costas italianas.
De acuerdo con el diario Nuova Sardegna, un pequeño equipo de buzos habría hallado finalmente los restos del submarino inglés P311, del cual no se tenían noticias desde que a mediados de la Segunda Guerra Mundial terminara hundido.
Localizado a unos 90 metros (cerca de 300 pies) de profundidad, este trozo de hierro de 84 metros de largo y ocho de ancho, cargado además de muchas historias, se encontraría ante las costas de Olbia, frente a la isla menor de Tavolara, en el noroeste italiano.
El hallazgo ha sido fruto del empeño del buzo genovés Massimo Domenico Bondone, quien se desempeñaba bajo aguas del Mediterráneo con la ayuda de los técnicos Corrado Azzali y Poltu Qualtu.
Esta localización ha despertado obviamente la curiosidad, toda vez que en su interior se deberían encontrar los cadáveres de los 71 militares que operaban en el P311 en esos momentos, pues el enorme cilindro se mantiene sellado, a pesar de la explosión que los dejó sin oxígeno.
“La característica que hace que este hallazgo sea particular, casi único en su tipo, es la presencia en la cubierta de dos torpedos tripulados Chariot”, declaró Bordone a ANSA.
Desde que zarpó de la isla de Malta, con destino a Maddalena, en el extremo noreste de Cerdeña, con el objetivo casi suicida de atacar los buques de guerra italianos Trieste y Gorizia, no se había tenido noticias de este submarino perteneciente al ejército británico.
El paso por una zona minada, de la que la tripulación no tenía noticias, habría sido fatal para los ocupantes de este medio de guerra y para la armada de la corona en sentido general, según ha reportado el referido diario italiano.
La existencia de un submarino bajo aguas locales durante más de 70 años había pasado a convertirse en un mito para no pocos especialistas en inmersiones subacuáticas, entre los que se encuentra Bondone, cuya persistencia ha sido premiada.