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Esto apenas empieza

Por Marco Antonio Cortez Navarrete

En cientos de ocasiones escuchó que el sistema político mexicano es único en el mundo, que ningún país que se dice democrático como hoy se “grita” en el nuestro, tiene una maquinaria tan bien afinada.

El pueblo pone y el pueblo quita…el pueblo es bueno y es sabio…como México no hay dos, y en fin, estas son palabras utilizadas no tan solo en éste sino en todos los gobiernos, al menos en los que ya viví tratando de descifrar “un poquito” las características únicas del sistema político mexicano.

Después de todas aquellas décadas, cuando el PRI gobernó siendo todo, vino un parteaguas, para ser puntual, que inició con en la gestión de Carlos Salinas de Gortari, autor del TLC con EEUU y Canadá, y coronada durante la administración de Ernesto Zedillo Ponce de León, quien como se recordará entró al relevó después del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta.

Y también me acuerdo, de manera clara y vívida, como si fuera ayer, de aquellas palabras de Ernesto Zedillo cuando salió en TV en cadena nacional adelantándose a las instancias electorales para reconocer el triunfo de Vicente Fox Quesada, del PAN, como ganador de las elecciones presidenciales. En esa histórica transmisión vi y escuché en voz del aún presidente algo que quedó grabado en mi memoria: “A partir de ahora, los mexicanos debemos acostumbrarnos a vivir en la alternancia”.

Y, en efecto, en lo personal considero que así es porque después de Fox vino Felipe Calderón Hinojosa, en aquel polémico y convulso proceso donde ya la figura de Andrés Manuel López Obrador, como oposición, había cobrado relevancia y con esto sustituyendo a referentes de la oposición como Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

Después de Calderón, creo yo, AMLO se sentía ya listó para ocupar la silla presidencial, es decir, le tocaba, pero algo paso en el bendito sistema político que finalmente optó por Enrique Peña Nieto y fue hasta que el mexiquense concluyó su mandato que el orgullo de Macuspana, Tabasco, finalmente llegó a la Silla Presidencial y hasta Palacio Nacional donde hoy habita. Todo, como un buen libreto para película.

Por mi edad ya pasaron seis décadas de las cuales en poco más de cuatro me he dedicado a la comunicación y mi sentido común me indica que los mexicanos estamos viviendo un capítulo más de esta historia llamada “La democracia mexicana”. El presidente, que quede claro, apostó hace dos meses que Xóchitl Gálvez Ruiz sería la ungida de los “machuchones”, de los grandes empresarios que operan tras bambalinas, para ser la candidata de la ahora oposición. Apenas el miércoles pasado, cuando las aguas estaban revueltas entre Xóchitl y Beatriz Paredes, López Obrador, desde su mañanera, reiteró que dos meses atrás dijo que sería la hidalguense la elegida, y horas más tarde, y sin decir agua va, el líder del PRI, “en aras de la democracia” declinó por la senadora panista y ofreció una conferencia de prensa donde no estuvo su candidata Paredes Rangel, quien horas después como toda una dama y experta de la política, salió a manifestar su apoyo a Xóchitl quien de esta manera, de golpe y porrazo, esperará a la o el ungido del partido en el poder, o sea, de Morena.

También en este partido, creado por el mandatario y un puñado de leales seguidores, la decisión para elegir candidata o candidato no parece tan compleja ya que la ex jefa del gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, al parecer se mantiene en las preferencias del “pueblo bueno y sabio” dejando atrás a Marcelo Ebrard quien pareciera es el más próximo competidor de la doctora.   De los demás ¿valdrá la pena hablar? Diría que cumplieron con sus encomiendas y al menos lo intentaron y que, como recompensa, seguramente continuarán insertos en el sistema y próximo gobierno, esté quien esté, incluyendo obvio a Gerardo Fernández Noroña quien para mi, paradójicamente, fue quien más manifestó sus inconformidades, e incluso, señaló múltiples errores a sus camaradas del movimiento.

Luego entonces ¿veremos un choque de mujeres por la lucha por el poder ? ¿Será mujer la próxima Presidenta de México? o tendremos que esperar más sorpresas. Viene 2024 y seguramente las y los mexicanos seremos testigos de hechos impensables, no se. Cada proceso electoral es distinto porque cada proceso tiene actores distintos, pero en esencia la raíz es la misma, son las ramas las que podan y vuelven a surgir. No olvidemos, e insisto, que en el Norte del país están muy callados, apenas Dante Delgado y sus pupilos de avanzada, Samuel García y Luis D. Colosio Jr., han dicho levemente algo, pero, como decía “Chabelo”…ojo, mucho ojo, porque como bien dice Xóchitl: “Esto apenas comienza”.

Hasta la próxima.
Bonito fin de semana.

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