Bindi Lee Porth estaba recogiendo conchas de mar en una playa de Australia cuando sintió que la arena bajo sus pies se hundía. Al apartarla vio huellas, como si fueran de una enorme gallina con tres dedos. Pero no: lo que descubrió en la popular playa Cable cerca de la ciudad de Broome, en Australia Occidental eran huellas de un dinosaurio de 130 millones de años.
“He estado allí cada noche con los turistas, niños, gente. He puesto a los niños de pie en ellas y los he puesto a caminar por las huellas de los dinosaurios”, dijo aCNN.
“Es increíble estar sobre esos rastros, cerrar los ojos y trasladarse atrás en el tiempo. Es muy difícil de describir, es simplemente increíble”.
Porth dijo que había estado en la playa docenas de veces antes sin ver huellas de dinosaurios.
Steve Salisbury, paleontólogo de la Universidad de Queensland, le dijo a CNN que las huellas probablemente estuvieron cubiertas de arena durante décadas, pero las mareas erráticas de la playa Cable Beach finalmente las expusieron.
El experto considera que las huellas probablemente pertenecieron a un carnívoro de tamaño mediano.
“Las huellas tienen de 30 a 50 centímetros por lo que podemos inferir que el dinosaurio medía 1,5 metros de altura en la cadera y hasta 4 metros de largo”, indicó.
Es la primera vez que huellas de ese tipo han sido reportadas en la región desde 1974, pero sin embargo resultan familiares para los pueblos indígenas de la península Dampier.
Para los aborígenes Goolarabooloo son las huellas de Marrala, el Hombre de Emu, un espíritu creador, que aparecen y desaparecen bajo las arenas movedizas a lo largo de más de 50 kilómetros de litoral.