• La higiene en manos reduce en un 50 por ciento las diarreas principalmente en niños
• El tiempo de lavado no rebasa los 60 segundos, solo hay que mojar, enjabonar, frotar, enjuagar y secar las manos.
El lavado de manos no solo se realiza antes y después de ir al baño, esta acción debe ser un hábito que se practique durante el día, en actividades que podrían comprometer la salud, por ejemplo: después de tocar basura, animales o al visitar a algún paciente.
La higiene en las manos con agua y jabón es una estrategia sencilla, económica y esencial que cuida la salud. Un lavado de manos eficiente contribuye a disminuir el riesgo de contraer enfermedades respiratorias y gastrointestinales, así como a interrumpir la transmisión de virus como el de la influenza.
De acuerdo con el coordinador de Prevención y Atención a la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán, Alonso Sansores Río, las manos constituyen el vector de transmisión de agentes patógenos, ya sea por contacto entre personas o a través de objetos contaminados. Lavarse las manos con agua y jabón puede reducir en un 50 por ciento las diarreas infantiles y más del 30 por ciento las infecciones respiratorias.
El especialista recomienda que de manera rutinaria debemos lavar nuestras manos, especialmente en los momentos críticos, es decir, después de usar el inodoro y antes de comer o preparar una comida, es una intervención clave que salva vidas.
Por ello es importante que la población tome conciencia del hábito de lavarse las manos con agua y jabón; una acción que les va a demandar menos de 60 segundos y para hacerlo de manera correcta, existen técnicas de lavado de manos, sin embargo, la clave está en mojar, enjabonar, frotar, enjuagar y secar las manos. Con las manos limpias su salud y la de los demás estará protegida.