Con el abandono de la sesión en donde se discutía la reforma a la Ley Minera en materia de Litio, enviada por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el bloque opositor en el Congreso de la Unión renunció a su principal función parlamentaria: participar en el debate relativo a la creación de leyes.
Aunque el error más grave que la nación no habrá de perdonarles es la traición que significó votar a favor de los intereses extranjeros y en contra de los intereses de la nación, es decir en contra de la reforma eléctrica.
Se vanaglorian de considerar un “triunfo de la democracia” por haber sido, desde la tribuna legislativa, un obstáculo para transitar una reforma constitucional; pero al día siguiente, probablemente agotados por falta de argumentos, decidieron desertar de lo que la noche previa habría sido su principal tesis, el uso de la palabra.
Aunque como reza el dicho popular “el que calla otorga”, la oposición al no presentar ninguna objeción formal -no en la arena de las redes sociales, sino en el Congreso, nuestro mejor canal democrático- y optar por el silencio, tácitamente le concedió la razón al proyecto legislativo.
Cierto, las tensiones políticas son comunes en una sociedad democrática, pero quienes encabezados hoy por el PRIAN (ojo: no fue PRIMOR) pretenden presentarse como una “oposición parlamentaria”, con sus ausencias en el debate por la reforma a la Ley Minera, invitan a todo menos a la reflexión.
Puede o no gustarles, pero lo que no deben olvidar es que como la misma Constitución -esa que también juraron guardar- dicta la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo, además, todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste.
De forma irresponsable y tratando de confundir a la población, la oposición ha sostenido que dicha reforma es innecesaria porque la Constitución, en su Artículo 27, otorga a la nación el dominio directo sobre los recursos naturales.
Fieles a un guion cargado de falacias argumentativas, lo que no dicen es que la Ley Minera es una legislación reglamentaria de la disposición constitucional, esto es, un ordenamiento jurídico que desarrolla y precisa los preceptos de la Constitución, con el fin de enlazar los conceptos y construir los medios necesarios para su aplicación.
Debe dejarse claro, la reforma en materia de Litio (o de cualquier otro recurso natural cuyo uso presente o futuro se considere) otorga certeza, pero no de cualquier tipo. Dotará a la nación de una certeza soberana, para darle sentido a la regla constitucional de buscar primordialmente el beneficio del pueblo en todo momento.
Debo insistir, la ausencia del PRIAN durante el debate en el Congreso de la Unión solamente lleva a la suspicacia por haber dejado sin voz a los millones de electores que dicen representar y defender a ultranza y, sobre todo, indica que ignoran los muros de San Lázaro que al frente reclaman, “La patria es primero”.
De manera particular y por la experiencia adquirida en mi paso por la Cámara de Diputados, pienso que las formas legislativas siempre es mejor tener anticipadamente una herramienta que dote de protección y certeza, que necesitarla en el futuro y no tenerla.
Al final del día, proteger un recurso natural en beneficio de la nación de ninguna manera afectará al pueblo, es un acto patriótico y de amor profundo al país que traerá enormes beneficios a las futuras generaciones. Sin embargo, no tener la protección con toda seguridad beneficiará solamente, como en el pasado, a unos pocos y en manos de los intereses extranjeros. Esto último es el sello del régimen neoliberal.
Proteger de la voracidad de la privatización y otorgar certeza al Litio es un acto patriótico sin duda, es la manifestación de una transformación que está sentando las bases para que México siga creciendo, siga el camino del desarrollo y del bienestar.
Es lo que quieren los mexicanos hoy en día y se puede medir con los casi 16 millones que se manifestaron el 10 de abril en favor de que siga la transformación y el 71 por ciento del resto del país que apoya el gobierno que encabeza el Presidente de la República.
f / rogeriocastrovazquez
t / @rogeriocastrova
I / rogeriocastrovazquez