En la víspera del tercer aniversario del conflicto, Rusia ha llevado a cabo su mayor ataque con drones contra Ucrania, lanzando un total de 267 drones Shahed en una sola noche. Las defensas aéreas ucranianas lograron interceptar o neutralizar 257 de estos drones mediante sistemas antiaéreos y herramientas de guerra electrónica. Sin embargo, algunos drones lograron impactar en diversas regiones, causando daños materiales y víctimas civiles. En ciudades como Jersón y Kryvyi Rih se reportaron fallecidos, mientras que en Zaporiyia hubo varios heridos. En Kiev, los ataques provocaron incendios que afectaron viviendas y vehículos. Este ataque supera el récord anterior de 193 drones lanzados en diciembre pasado.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, condenó este acto de “terror aéreo” por parte de Rusia y destacó la necesidad de una unidad más sólida entre los aliados de Ucrania para lograr una paz justa y duradera. Además, enfatizó que en la última semana, Ucrania ha sido blanco de casi 1,150 drones, más de 1,400 bombas guiadas y 35 misiles, lo que subraya la intensidad y persistencia de los ataques rusos.
Este incremento en las hostilidades coincide con tensiones diplomáticas, incluyendo críticas recientes del presidente estadounidense, Donald Trump, hacia Zelenski, y reuniones entre representantes de Estados Unidos y Rusia en Riad, de las cuales Ucrania fue excluida. Estas dinámicas internacionales añaden complejidad al ya tenso escenario del conflicto, mientras Ucrania continúa defendiendo su soberanía frente a la agresión rusa.


