Por: Cristina Padín.
El pañuelo blanco era primo del nieto de un pañuelo también blanco, amigo del sobrino del hermano del bisabuelo de otro pañuelo blanco. Siempre hubo pañuelos blancos… narraba el abuelo, el mismo que fumaba mucho y bebía cada mañana agua con miel, el abuelo que leía a Lorca y a Bécquer, y que disfrutaba tanto los campos de Castilla como las playas azules y doradas gallegas.
Siempre hubo pañuelos.. narraba contento y emocionado… los hubo para Joselito el Gallo y para ovacionar a Manolete.. Yiyo, que en gloria esté, los conoció muy bien. Y con pañuelos blancos se reconoció al gran Manzanares… y ayer al siempre lleno de magia Talavante. Un pañuelo blanco, si es honesto y limpio, es el sentir del toreo, la pureza, la entrega. La hermosura..
Sentir y sentir de verdad es bello
No a la mentira
Al sentimiento
A mi querido Luis
Al toreo
A la memoria de los toreros mencionados
A mi mago
A los pañuelos blancos
A la amistad real: es blanca
A Castilla
Y a mi Galicia
A los abuelos. Y a mi divina abuela