El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha propuesto que su país tome el control de la Franja de Gaza, sugiriendo la reubicación de la población palestina en Jordania y Egipto. Esta iniciativa ha generado reacciones diversas en la comunidad internacional.
Durante una reunión en la Casa Blanca, Trump afirmó que Estados Unidos “mantendrá la Franja de Gaza, asegurará la paz y la administrará correctamente”. El plan incluye un desarrollo económico significativo en Gaza, con construcciones como hoteles y oficinas, y sugiere reubicar a los gazatíes en tierras en Jordania o Egipto. Esta propuesta ha generado amplio rechazo en el mundo árabe.
El rey Abdullah II de Jordania, tras reunirse con Trump, reiteró la posición firme de su país contra el desplazamiento de palestinos de Gaza y Cisjordania. “Reiteré la posición firme de Jordania contra el desplazamiento de palestinos en Gaza y Cisjordania. Esta es la posición unificada árabe. La reconstrucción de Gaza sin desplazar a los palestinos y abordar la grave situación humanitaria debe ser la prioridad para todos”, afirmó Abdullah.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha advertido que Israel reanudará las operaciones militares en Gaza si Hamas no libera a más rehenes antes del mediodía del sábado. Esta postura se alinea con la amenaza de Trump de poner fin al alto el fuego si no se liberan los rehenes.
La propuesta de Trump ha sido recibida con escepticismo y rechazo por parte de varios actores internacionales, quienes expresan preocupación por las implicaciones humanitarias y políticas de un posible desplazamiento masivo de palestinos.