Por: Cristina Padín.
Decía doña Carmela (mi amiga Ana y yo lo recordamos) que los penseques y los creeques son hermanos de los tonteques. Y decía muy bien. Palabras con gran valor en estos tiempos de opinadores de todo y conocedores de nada..
Fue uno de los ejemplos. Lo apuntó una chica morena..
Y pedían al conductor del bus que tocara el pito, porque venían felices y exultantes, y el sonido aquel querían extenderlo a todos, y que todos supieran que llegaban de vivir una aventura ideal… Emotivas palabras casi al final de una magistral obra de teatro…
El ejemplo lo ofreció un chico de corazón muy taurino…
Ni gracias. Ni qué detalle. Ni es muy bello y me ha gustado mucho. Fue lo que dijo aquella persona cuando un grupo de monjas le regalaron un cofre con galletas. Fue lo que dijo: nada! Silencio. Y la ausencia de palabras fue una palabra fea…
El ejemplo lo pusieron Marta y Lourdes, siempre sensibles..
El profesor les había pedido reflexionar sobre la importancia de las palabras..
Dedicado a las palabras: vivan las palabras
Dedicado a doña Carmela
A mi amiga Ana
A Marta y a Lourdes
Al toreo
A mi querido Luis
A las personas generosas
Al teatro y a la obra de teatro que tanto me encantó la otra noche
A mi mago: feliz pre-cumpleaños!