Roma, Italia, a 06 de diciembre.- Sin tiempo que perder para
lograr salvar la cosecha de invierno tras el paso por Haití del huracán
Matthew, la FAO ha comenzado una distribución de emergencia de semillas y
aperos agrícolas para que las familias afectadas por el desastre puedan
producir alimentos y restablecer sus medios de subsistencia perdidos en
la mayor crisis humanitaria del país desde el terremoto de 2010.
El
huracán Matthew impactó en octubre durante la segunda temporada
principal de recolección en Haití, causando pérdidas a la agricultura de
580 millones de dólares EEUU, en un duro golpe a la seguridad
alimentaria del país caribeño.
La agricultura familiar -una de las principales fuentes de alimentos
para la mayoría de los haitianos- resultó muy afectada, ya que el
huracán arrasó el 90 por ciento de la cosecha.
La última evaluación de seguridad alimentaria, realizada justo después
del paso del huracán, mostró que cerca de 1,4 millones de personas
necesitan ayuda alimentaria. De esta cifra, más de 800 000 personas
necesitan con urgencia alimentos, y unas 600 000 viven exclusivamente de
la agricultura.
En las zonas más dañadas -incluyendo los departamentos de Grand’Anse y
partes de Nippes y de Sud- más del 75 por ciento de la población trata
de reponerse de los efectos del huracán, ya que los medios de vida
basados en la agricultura, la ganadería y la pesca resultaron casi por
completo destruidos .
“Matthew no sólo acabó con la última cosecha, sino que también
comprometió la próxima temporada de siembra y la capacidad del país para
alimentarse. Por eso es tan importante actuar ahora y con firmeza”,
aseguró Nathanael Hishamunda, Representante de la FAO en Haití. “Estas
comunidades –añadió- necesitan apoyo urgente para evitar que adapten
estrategias de supervivencia que les hagan caer en un círculo vicioso de
dependencia, incluyendo el alimentarse con las semillas destinadas a
producir las futuras cosechas”.
Para atender las necesidades alimentarias tanto inmediatas como a largo
plazo, la FAO colabora con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que
proporciona ayuda alimentaria a las mismas familias que reciben semillas
de emergencia de la FAO para la siembra. Así se garantiza que las
familias campesinas puedan usar las semillas distribuidas para producir
hortalizas y restablecer sus medios de subsistencia y alimentar a sus
comunidades en los próximos meses.
La FAO comenzó semana pasada -en presencia del ministro haitiano de
Agricultura, Pierre Guito Laurore – a distribuir suministros de
emergencia a unas 22 500 personas en Marfranc, una de las zonas más
afectadas del departamento de Grand’Anse. Aquí se distribuyeron 15
toneladas de semillas que producirán cerca de 75 toneladas de frijoles
verdes y 90 toneladas de frijoles de Lima para las familias afectadas
por el huracán. Estos cultivos de ciclo corto son ideales en
emergencias, ya que proporcionan alimentos rápidamente. En un esfuerzo
por reiniciar la producción de batata, las comunidades agrícolas se
beneficiarán además de la distribución de más de 2,2 millones de
esquejes de batata para plantar en la temporada de invierno.
En conjunto, la intervención de emergencia de la FAO para la temporada
de cultivos básicos de invierno y los cultivos hortícolas de ciclo corto
habrá alcanzado, a mediados de diciembre, a 25 050 hogares –unas
125 250 personas- en los departamentos más afectados de Haití,
incluyendo 5 400 familias en Grand’Anse, 15 150 en Sud, 2 000 en
Nord-Ouest, 1 500 en Artibonite y otras 1 000 en Sud-Est y Ouest. La FAO
presta también ayuda inmediata a 1 500 familias de pescadores y a 2 000
familias de pastores.
Plan de apoyo a largo plazo
La
temporada agrícola de primavera en Haití, que comienza en abril de
2017, resultará crucial. Esta temporada supone tradicionalmente el 60
por ciento de la producción agrícola anual y es la principal fuente de
alimentos para las familias rurales a lo largo del año. Para garantizar
su éxito, la FAO proporcionará semillas y aperos, así como
transferencias de efectivo, capacitación técnica y servicios de
extensión. Otras iniciativas apoyarán la rehabilitación de los mercados y
fortalecerán las cadenas de valor del mercado local. Este mismo apoyo
se ampliará a los propietarios de ganado y a los pescadores que han
perdido sus activos y capacidad productiva, asegurando que se apoya de
forma equitativa a los hombres y mujeres afectados.
Muchos ganaderos perdieron sus animales en el huracán y con ellos una
importante fuente de leche, carne e ingresos. La destrucción de
pastizales, por otro lado, limita la disponibilidad de alimentar al
resto del ganado. En respuesta, la FAO planea vacunar y tratar a los
animales, repoblar los rebaños y ayudar a los ganaderos a producir
forraje para mantener sus animales sanos y productivos.
La FAO distribuirá también equipamiento pesquero, como sedales y
anzuelos, motores y artes de pesca, a los pescadores que han perdido sus
medios de subsistencia en el huracán.
Necesidades de financiación
De
los 9 millones de dólares EEUU que la FAO necesita para prestar ayuda
inmediata a 300 000 personas afectadas por el paso de Matthew, faltan
todavía 5,6 millones de dólares para aportar apoyo inmediato a la
agricultura, la ganadería y la pesca.
Para apoyar la recuperación a largo plazo y la resiliencia de las
comunidades agrícolas de Haití, la FAO ha elaborado un plan de respuesta
de 12 meses dirigido a 600 000 personas en situación de grave
inseguridad alimentaria. De los 30 millones de dólares EEUU necesarios
para financiar este plan, sólo se han recibido hasta la fecha 1,5
millones.
“Existe un dicho criollo en el departamento de agricultura -Agrikilti-un
kapab fè goud la gen plis vale – que significa que la agricultura tiene
el potencial para impulsar la economía de Haití y su moneda. Y
necesitamos que la comunidad internacional se una a nosotros para ayudar
a los agricultores a aprovechar ese potencial”, concluyó Hishamunda.