El lunes 2 de julio los yucatecos amaneceremos
con nuevo Presidente de la República, Gobernador, Alcaldes y demás autoridades
electas, habrán quedado oficialmente en el pasado inmediato las apasionantes y
desgastantes campañas, así como una jornada electoral histórica. Lejos de los
resultados que se puedan tener debemos iniciar la reflexión desde hoy que nos
ayude a reconstruir lo que durante estos meses electorales posiblemente se
destruyó socialmente hablando; como ciudadanos no debemos permitir que la polarización
(normal si así se quiere entender) trascienda a lo vivido en procesos pasados
como los del 2006 donde los mexicanos nos enfrentamos y dividimos a límites que
rayaron en el clasismo, racismo y en adjetivar negativamente a los que piensan
distinto a nosotros con tal de defender nuestras legítimas posturas y
opiniones. Los yucatecos y mexicanos en general hemos dado ejemplo de unidad en
momentos difíciles, nos reconocemos como un pueblo solidario ante las
adversidades, por eso sería un pésimo mensaje al mundo, pero sobre todo,
decepcionante para nosotros mismos que nos soltemos de la mano por un proceso
electoral que aún con toda la importancia que tiene, no debe ser factor para
alejarnos y enfrentarnos entre nosotros.
Desde antes de ir a las urnas este domingo 1
de julio, en el periodo llamado de reflexión, debemos iniciar en nuestro
entorno inmediato la conciliación, fomentando la participación responsable,
tolerante y respetuosa, entendiendo que cada quien tiene plena libertad en
ejercer su sagrado derecho a elegir cómo guste, sin que esto signifique que sea
mejor o peor persona que nosotros por decidir diferente o caer en
generalizaciones partidistas negativas y hasta ofensivas. Como ciudadanos
debemos participar con alegría y responsabilidad, cuidar que se respete la
libertad y que elijan a los gobernantes que tendremos nos gusten o no,
simpaticemos con ellos o no. Esto no quiere decir que no seamos enérgicos en
levantar la voz contra aquellos que violenten las reglas electorales o jueguen
con la necesidad para obtener votos, eso siempre deberá ser una obligación de
buen yucateco y mexicano.
El 2 de julio, seguiremos siendo hermanos,
hijos, primos, vecinos y amigos, ciudadanos de este gran estado y país que no
merece que lo maltratemos nosotros mismos; cuidemos todos de todos, respetemos
todos a todos y vivamos con suma responsabilidad y en un ambiente de paz este
último tramo del proceso electoral de este año; nuestras familias, nuestra
sociedad, nosotros mismos lo agradeceremos.
