Por
Edwin Carcaño
El
1 de enero de 1912, bajo el liderazgo de Sun Yat Sen, nació la Republica de
China. Esta ponía fin a más de dos milenios de emperadores chinos. La joven
democracia empezó a tener sus primeros retos cuando un general se proclamó el
nuevo Emperador Chino. Después de un breve conflicto, la Republica fue restaurada.
Pero tras la muerte de Sun Yat Sen, los dos líderes de China: Mao Zedong y
Chiang Kai-shek desataron una Guerra Civil debido a sus irreconciliables
diferencias: uno era nacionalista y el otro comunista.
Las
relaciones con Japón eran complicadas. En 1934 el Imperio del Sol Naciente se
expande a costa del territorio chino y funda el Estado de Manchukuo. La Guerra
Civil China debilitó mucho a los chinos y mermó la economía. Este conflicto se
vio detenido cuando Japón invadió China en 1937. Todo comenzó con el Incidente
del Puente de Marco Polo. Lo que empezó con una pequeña escaramuza terminó
convirtiéndose en un escenario clave en la Segunda Guerra Mundial. Las
atrocidades contra los civiles chinos fueron terribles: más de 20´000,000 de
muertos.
Finalmente
Japón fue derrotado en 1945. Con el enemigo externo eliminado las fuerzas
comunistas y nacionalistas se enfrentaron de nuevo. Las batallas fueron muy
difíciles para ambos bandos pero eventualmente el triunfo fue para el Partido
Comunista Chino y su líder Mao Zedong. Chiang Kai-shek y lo que quedó del
partido Nacionalista se instalaron en Taiwán. A partir del 1 de octubre de 1949
se fundó la Republica Popular China. También en ese momento la alianza entre
Josef Stalin y Mao empezó a crecer en aras de llevar la Revolución Mundial a
todo el planeta.
La
estrategia del gobierno de Mao era conseguir la bomba atómica. Para lograrlo
necesitaba que los rusos y Stalin estuvieran dispuestos a compartir los
conocimientos tecnológicos de dicha arma. El gobierno soviético no era
principiante de las relaciones internacionales y planeaba vender caro el
secreto nuclear. Sin embargo, la misteriosa muerte de Stalin (Dicen que fue un
golpe de estado planeado por Nikita Kruschev) dejo a Mao con el plan a medias.
Eventualmente, los chinos consiguieron la bomba “A” gracias a Kruschev.
Sin
embargo, Mao veía con malos ojos a Kruschev, ya que éste se acercó mucho a los
países de occidente traicionando la Revolución Mundial Armada. Nikita también
se alejó de las doctrinas de Stalin y empezó a cambiar muchas cosas dentro de
la URSS; además mejoró las Relaciones con Estados Unidos (No sin antes haber
superado la Crisis de los Misiles) y los países europeos comunistas. Llegó el
año de 1964 y Leonid Brezhnev sustituyó a Kruschev tras un golpe de estado. La
política exterior rusa hacia China de nuevo iba a cambiar.
El
Gran Salto Adelante promovido por Mao a mediados de la década de los sesenta
fue un rotundo fracaso. Eso dificultó mucho un acercamiento político entre la
URSS y China. Los soviéticos veían que China y Mao se alejaban del comunismo.
Por otro lado, la unión de los países comunistas del mundo se desmoronaba y en
Checoslovaquia ocurrió “La Primavera de Praga”. De estos sucesos nació “La
Doctrina Brezhnev”: La Unión Soviética tiene derecho a intervenir militarmente
en cualquier país comunista fraternal para preservar la unidad de la
Revolución.
Sin
embargo, las cosas entre ambos países ya estaban mal. El 2 de marzo de 1969
estallo el “Conflicto Fronterizo” entre China y Rusia. Todo comenzó cuando
tropas soviéticas y tropas chinas empezaron a intercambiar disparos en la isla
de Zhenbao. Hubo alarmas a nivel mundial, pues si ese conflicto escalaba, podría
comenzar una guerra nuclear entre los dos países con resultados nefastos para
la humanidad. Eventualmente, el 11 de septiembre del mismo año se llegó a un
acuerdo y el conflicto terminó sin resolver las disputas fronterizas que lo
originaron.
En
1976 falleció Mao Zedong. China empezó una serie de reformas para abrir sus
fronteras y empezar a participar en la economía global. Hubo incluso
acercamientos con Taiwán. Por otro lado la URSS dejó de existir en el 25 de
noviembre de 1991. Ambos países empezaron reformas políticas y económicas para
mejorar su desarrollo. Sin embargo, Rusia se iría quedando atrás en crecimiento
económico mientras que China empezó una fuerte competencia internacional de
mano de obra de muy bajo costo.
La
frontera entre China y Rusia hoy sigue siendo la más militarizada del mundo.
Tiene una extensión de 4,200 kilómetros y es la sexta más larga del planeta.
Sin embargo, las tensiones fronterizas han ido disminuyendo gracias a los
múltiples tratados que se han ido firmando y que han permitido crear una clara
línea divisoria entre las dos potencias. Gracias a estos acuerdos, el comercio
entre Rusia y China ha crecido de manera exponencial y muchos negocios han florecido de manera sostenible.
Con
el plan de “La Nueva Ruta de la Seda” los chinos necesitan a Rusia como parte
del proyecto. Los rusos tiene materiales básicos en abundancia gracias a todo
el territorio siberiano. China tiene mano de obra barata y se ha
industrializado rápidamente. Una alianza comercial y económica entre ambos
países podría significar la diferencia entre el éxito o el fracaso del proyecto
de la seda. Para que los planes puedan avanzar se necesita una intensa labor
diplomática. Rusos y chinos tienen que poner a un lado sus diferencias y
trabajar en sus similitudes.