Había cambiado todo tanto que Lourdes se sorprendía cada mañana cuando abría las ventanas y el columpio seguía en el jardín.. Ya en Navidad únicamente se festejaban las nuevas fiestas: el día de las cenas, el día de las uvas y el día de los regalos. No se podía ir a los toros, nadie escuchaba la música flamenca que tanto agradaba en casa. Era peligroso estar en la calle al anochecer…
Qué sería lo siguiente? Prohibir la lectura?..
Las palabras españolas, muchas, habían sido trasladadas al pueblo del olvido. Ya nadie las utilizaba y habían caído en desuso. Ya no se decía amante del vino, atuendo, familia, disfrutar la vida. Horrible! Ni siquiera se decía yo, la gente prefería poner me debajo de sus fotos. Por eso se había procedido a desterrar muchas palabras. No valían, dijeron…
Ella se rebelaba siempre que podía. Aquel día, por ejemplo. En el cuento que estaba acabando había hecho protagonistas a todas esas palabras que se marchitaban..
Y..
Y, por suerte, sonó el despertador.
El español es una lengua bellísima. Somos españoles: hablemos nuestra lengua..
Dedicado a Lourdes
A mi Luis
Al toreo
A Sara, que me ha cedido una magistral foto de mi mago para portada de mi nuevo libro
A mi mago
A las personas que hablan bien
A Rubén García, gracias por entender tan bien mi idea de portada
A Grupo Albriux
A lo nuestro
