Por: José Zenteno.
Las noches en Palacio Nacional deben de ser un martirio. La pijama y el gorro de Benito Juárez han de apestar a naftalina, el colchón de su cama y su almohada deben ser de lo más incómodos. Virreyes, emperadores y presidentes como López de Santa Anna, Lerdo de Tejada, Gómez Farías, Porfirio Díaz y otros que pasaron por ahí, dejaron los recuerdos de los miedos y las frustraciones que sus decisiones produjeron en su tiempo. Algunos ocupan un sitio en la historia con mayor relevancia que otros, su suerte no dependió de ellos sino de quienes la redactaron. Así les ocurrió y así te va a ocurrir Presidente, lo sabes.
Me pregunto si puedes dormir bien después de saber lo que tu gobierno ocasiona. Los dictadores suelen tener anestesiada la conciencia, creyendo que son daños menores que algunos pagarán por el bien de una mayoría. Al final, ningún dictador logra que su versión de los hechos prevalezca en la historia.
Te ofrezco algunos ejemplos:
Muchos hijos de militares y policías son huérfanos, gracias a los halcones de tu gobierno que los delatan antes de los operativos. Todos los días hay nuevas víctimas de la delincuencia. Los robos, extorsiones, secuestros, violaciones, homicidios están desatados y cada día son más violentos. Tu política de “abrazos no balazos” permite que los criminales se fortalezcan y se envilezcan; hoy cuentan con sofisticado armamento y ya demostraron que pueden asesinar a mujeres y niños indefensos sin el menor recato ¿Por qué Presidente? ¿No te atormenta esa realidad?
En nuestras investigaciones recientes encontramos que se desmovilizan políticamente aquellos ciudadanos que han sido víctimas de la delincuencia ¿No te parece extraño que la violencia ha crecido en ciudades de Guanajuato, Jalisco, Chihuahua o Puebla, estados donde tu partido ha sido derrotado? ¿En tu gobierno las sociedades que se oponen han de padecer el azote de los criminales?
Tus decisiones le costaron al menos 1 billón de pesos a México; sí, un millón de millones de pesos menos durante tu primer año de gobierno. El 2 por ciento que debió crecer la economía durante el 2019 equivale a 500 mil millones que desaparecieron por el aeropuerto que cancelaste, las leyes fiscales y de extinción de dominio que promulgaste, los contratos y los compromisos que no honraste, entre otros errores monumentales que inhibieron la inversión y la generación de empleos. Los otros 500 mil millones son los que nos dijiste que costaba la corrupción de los neoliberales y que, simplemente, no aparecen por ningún lado.
Si sólo fueran cifras que afectan a los ricos nada pasaría. Es más, ni siquiera me tomaría la molestia de redactarlas. La realidad es que en tu gobierno más millones de niños se van a dormir con hambre gracias a tus decisiones. La cobertura social de antes les daba el dinero a las madres de familia y ellas proveían para sus hijos. Hoy, les das a todos los grupos menos a ellas y, como consecuencia, has dejado desprotegidos a millones de infantes.
Manda a alguien que te cuente el drama que sufren las familias de colonias populares, suburbanas y rurales. No preguntes a tus super delegados, a tus “siervos de la nación”, a Epigmenio, a tus encuestadores, ni a los fanáticos que van a tus eventos masivos. Ellos te dirán mentiras. Envía a quien pueda decirte la verdad y que platique con las madres y las abuelas en esas zonas del país, te contará que sufren mucho más de lo que sufrían antes de tu gobierno. También te dirán que ese sufrimiento aún no te cuesta políticamente porque esa pobre gente aún cree en ti, aún piensa que las cosas van a mejorar contigo en el poder ¿En verdad no te compromete ese candor de los pobres de México?
Ahora que ayudaste a Evo Morales a salvar su vida y su movimiento político, podrás darte cuenta de que ni siquiera el éxito económico que, sin duda tuvo su gobierno, fue suficiente para que el pueblo aceptara que se quede indefinidamente en el poder. ¿No te incomoda que el Gobierno de México pueda ser cómplice de una guerra civil en Bolivia?
Sabrás que a Nicolás Maduro lo sostiene en el poder su Guardia Nacional y el Ejército, a pesar del empobrecimiento y la corrupción que imperan en aquel país. Este año el Producto Interno Bruto de Venezuela caerá 35 por ciento y con ello la actividad económica será 60 por ciento menor a la que había en 2013.
Las consecuencias están a la vista: no hay comida, agua potable, medicamentos, ni productos de higiene personal y tampoco libertad. Los venezolanos han perdido un alto porcentaje de su masa corporal en sólo dos años como consecuencia del hambre y la desnutrición ¿Ese es el precio que deben pagar los pueblos a cambio de un discurso plagado de enemigos imaginarios? ¿Así imaginas el futuro de México contigo al frente del poder?
Ignoro si puedes dormir a pesar del dolor de las víctimas de la delincuencia, el hambre de los niños, la angustia de las madres y la contractura económica que generan las decisiones de tu gobierno. No me quiero imaginar el futuro de México si eres capaz de apoyar a gobernantes que provocan inestabilidad social, abusos, pobreza y sufrimiento en sus países. Yo no podría.
Las noches en Palacio Nacional deben de recordarte la fatalidad del destino que le espera a los hombres del poder. Ojalá por el bien de México.
