Progreso, una de las localidades más importantes de Yucatán, se ha visto afectada por un desabasto de agua que ha generado gran preocupación entre sus habitantes. En los últimos días, vecinos del centro de la ciudad han manifestado su descontento debido a la interrupción en el suministro de agua potable, lo que ha provocado una serie de reportes al Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Progreso (Smapap).
La razón principal detrás de esta problemática es la realización de trabajos de mantenimiento en el viaducto elevado, específicamente el cambio de tuberías esenciales. Según informes de Smapap, estos trabajos fueron inicialmente estimados para durar solo unas horas. Sin embargo, la magnitud de las reparaciones ha resultado ser mayor de lo esperado, requiriendo un tiempo adicional para asegurar que el sistema pueda operar de manera segura y eficiente.
El impacto de estos trabajos ha sido considerable, con muchos residentes expresando su frustración al no tener acceso al agua, un recurso vital en sus actividades diarias. A pesar de que Smapap emitió un comunicado a través de sus redes sociales informando sobre la situación, el retraso en la restauración del servicio ha llevado a un incremento en las quejas y la solicitud de soluciones alternativas, como el uso de pipas de agua.
En un segundo comunicado, Smapap reconoció los imprevistos que han surgido durante el proceso de interconexión de las nuevas tuberías. La entidad se disculpó por los inconvenientes y anunció la disponibilidad de pipas de agua para los residentes afectados. No obstante, este paliativo no ha sido suficiente para calmar las preocupaciones de los habitantes, quienes temen que la situación pueda prolongarse indefinidamente.
El desabasto de agua ha tenido un impacto significativo en la comunidad de Progreso. Las familias han tenido que buscar alternativas, como llenar tinacos y cubetas con el agua de las pipas, lo cual ha alterado sus rutinas normales. Además, el cierre temporal del carril de salida del viaducto, como parte de las obras de mantenimiento, ha generado complicaciones adicionales para aquellos que necesitan desplazarse hacia Mérida.
Aunque Smapap ha asegurado que el servicio se restablecerá lo antes posible, la incertidumbre persiste en Progreso. La situación ha puesto de manifiesto la necesidad de una infraestructura más robusta y planes de contingencia más efectivos para evitar que futuros trabajos de mantenimiento generen un impacto tan profundo en la comunidad. Mientras tanto, los residentes de Progreso continúan esperando una solución definitiva a este problema, con la esperanza de que no vuelva a repetirse en el futuro cercano.
