El conflicto interno entre las facciones del Cártel de Sinaloa, “Los Chapitos” y “Los Mayos”, ha provocado un saldo de 32 muertos y 30 detenidos, según informó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La disputa comenzó tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada en Estados Unidos el pasado 25 de julio. Aunque inicialmente no se registraron incidentes, desde el 9 de septiembre la violencia se ha desatado en varias regiones de Sinaloa, incluyendo Culiacán, Cosalá, Elota y San Ignacio.
Durante una conferencia de prensa encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, confirmó que la violencia ha resultado en la muerte de 30 civiles y 2 militares, y se han registrado 13 ataques contra las fuerzas armadas. Nueve de estos fueron dirigidos contra el Ejército y cuatro contra la Guardia Nacional, lo que también dejó nueve soldados heridos. Los enfrentamientos han afectado tanto a las fuerzas de seguridad como a la población civil, que se ha visto obligada a tomar precauciones extremas.
La escalada de violencia también provocó la suspensión de actividades escolares y la cancelación de los festejos patrios en diversos municipios de Sinaloa, debido al temor de que los enfrentamientos pongan en riesgo a la población. La Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPyC) había ordenado el cierre temporal de escuelas, aunque las clases se reanudaron el 17 de septiembre bajo medidas de seguridad adicionales. Sin embargo, varias instituciones educativas, como la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y el Tecnológico de Monterrey, optaron por mantener clases virtuales para proteger a sus alumnos.
Las fuerzas armadas han intensificado los operativos en la región, desplegando 2,200 efectivos, cinco aviones T6 de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) y cuatro helicópteros artillados. En estos operativos, han confiscado 119 armas de fuego, incluyendo un lanzacohetes, granadas, y 14 vehículos blindados, además de drogas como cocaína, goma de opio, metanfetamina y marihuana. Además, se han recuperado cargadores, chalecos balísticos y equipos de comunicación que utilizaban los sicarios para coordinar sus ataques.
El conflicto ha afectado gravemente a los municipios de la región, donde el aumento de los delitos ha generado miedo y caos. La fiscal general de Sinaloa, Claudia Zulema Sánchez Kondo, reportó que entre el 9 y el 15 de septiembre se registraron 37 casos de personas privadas de su libertad y 47 denuncias de robo de vehículos, todos relacionados con la guerra interna del Cártel de Sinaloa.
Las autoridades mexicanas continúan monitoreando la situación y han implementado medidas de seguridad para tratar de controlar la violencia, pero la lucha por el control del cártel sigue desestabilizando la región.
