Sr. Presidente López:
Escribo estas líneas, encerrado en mi pequeño departamento donde vivo en Madrid, como parte de las severas medidas que las autoridades de esta ciudad y el gobierno de España están imponiendo a los ciudadanos, en virtud de la crisis sanitaria del Coronavirus.
En México, mi querida patria, *usted ha decidido “llevársela leve”*. Ese error lo cometieron diversas naciones que ya están padeciendo las consecuencias. *Usted ha decidido no decidir. Esperar “estoicamente” a ver cómo se ponen las cosas.* No cierra fronteras; no suspende actividades públicas ni eventos en estadios o en oficinas y centros escolares.*Usted, en su papel del típico payaso mamón (sí, ese que siempre quiere ser “el alma de las fiestas”) se atrevió incluso a sugerir, irresponsablemente, que “no se suspendan los abrazos”.*
Sin dar un sólo dato (porque siempre usted tiene “otros”), asegura que la situación actual “está bajo control absoluto” y que así seguirá en el futuro cercano. *Su palabra basta, según usted*.
Cuando veo la delicada situación que estamos padeciendo en España (a pesar de contar con un sólido y prestigiado sistema sanitario que, por esta emergencia, ya corre riesgo de verse rebasado) me aterra – sí, de terror- ver que este peligro latente amenace también a México. Me aterra, Presidente López, que las serias decisiones que se requieren para enfrentar esta crisis sanitaria estén en manos de un inepto (*usted*) que ha vuelto sumamente vulnerable nuestro sistema de salud, con absurdos recortes presupuestales, que han generado una irresponsable carencia de medicamentos e insumos básicos para atender la salud de los mexicanos.
*Mire Presidente, créame que su maldita “rifa no rifa” del avión presidencial nos vale a los mexicanos*, porque no es una prioridad nacional. *Sus personales complejos de persecución, atiéndaselos, vaya a un psiquiatra*. No puede ser que en estos delicados momentos usted declare que “los conservadores hacen una campaña de desinformación sobre la propagación del Covid-19” con miras a perjudicar a su gobierno. *De verdad, atiéndase*.
En este momento, Presidente López, *la salud de millones de seres humanos depende de la seriedad y la prontitud con que se actúe*. No es momento para sus payasadas ni para su permanente repartición de culpas. *Ya basta, Presidente López. Ya basta*.
Que quede claro: *de continuar esta inacción y frivolidad del tema por parte de su gobierno, usted será responsable de las secuelas. No podrá responsabilizar a nadie. Los muertos no serán por ataque del virus, sino como consecuencia de esa maldita ineptitud. Que quede claro, Presidente López, está apenas a tiempo de impedir una catástrofe sanitaria. No juegue con la salud de los mexicanos. Eso sería, a todas luces, un acto criminal. *
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