En el corazón de la selva yucateca, el Ejército mexicano ha estado construyendo el Hotel Nuevo Uxmal, un proyecto vinculado al Tren Maya que, según informes, aún no cuenta con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) requerida. El hotel estaba programado para inaugurarse en septiembre, pero retrasos han pospuesto su apertura, aunque la construcción está prácticamente concluida.
El Hotel Nuevo Uxmal contará con 160 habitaciones en dos torres de dos niveles, además de alberca, gimnasio, spa, temazcal, bar, y un amplio estacionamiento para más de 200 vehículos. Ubicado estratégicamente a menos de 10 km de la zona arqueológica de Uxmal y a 28 km del paradero de Calkiní del Tren Maya, se espera que este hotel atraiga a los futuros turistas que lleguen a la región a través del nuevo sistema ferroviario.
El hotel se encuentra en un área remota, casi oculta en la selva, y esto ha generado incertidumbre entre los residentes del área, especialmente en el cercano municipio de Muna. Según testimonios locales, la construcción ha avanzado sin la documentación ambiental necesaria, lo cual preocupa a los habitantes que no confían plenamente en las garantías ofrecidas por las autoridades.
Además del hotel, el Ejército está desarrollando el Parque Nacional Nuevo Uxmal, anunciado como un área protegida para el turismo de bajo impacto en un territorio de 1,700 hectáreas. Sin embargo, críticos argumentan que el parque, administrado por el Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica (GAFSAOMM), no parece diseñado para conservar la naturaleza, sino para maximizar el atractivo turístico de la región en torno al Tren Maya.
Para que los turistas puedan acceder desde la carretera principal hasta el hotel, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha negociado con ejidatarios de Muna el uso de la carretera local. A cambio, los campesinos podrán utilizar la línea eléctrica instalada por Sedena para mejorar el riego en sus tierras, lo que representa una inversión significativa que no habría sido financiada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La llegada del Tren Maya ha suscitado el interés de grandes inversionistas en la región de Muna y sus alrededores. Empresas como Xcaret han manifestado su interés en desarrollar proyectos turísticos en la zona, lo que alimenta las expectativas económicas. Fonatur estima que el turismo en Uxmal pasará de 350,000 visitantes anuales a dos millones, pero los críticos temen que el crecimiento desmedido del turismo afecte el equilibrio ecológico de la zona.
La falta de transparencia sobre el impacto ambiental y el desarrollo de proyectos en áreas protegidas ha generado preocupación en la comunidad local y entre activistas. Mientras el proyecto del Tren Maya sigue avanzando, los habitantes de Muna y otras comunidades cercanas se muestran cautelosos, cuestionando si estos desarrollos realmente beneficiarán a la región o simplemente servirán a los intereses de los grandes consorcios turísticos.
La historia del Hotel Nuevo Uxmal y su Parque Nacional sigue rodeada de controversia, y queda por ver si el Ejército y el gobierno cumplirán sus promesas de sostenibilidad y beneficios para las comunidades locales.
