Los influencers han tomado un papel crucial en las elecciones presidenciales de Estados Unidos 2024, representando un canal efectivo y directo para llegar a audiencias jóvenes. Con millones de seguidores en redes sociales como Instagram, TikTok y Facebook, estos creadores de contenido son contratados por campañas para promover candidatos, lo que les permite cobrar desde $2,000 hasta $6,000 por evento o publicación.
Oscar Comín, CEO de Influencer Marketing 365, comentó que, en lugar de mitines masivos, ahora se busca captar el apoyo juvenil a través de mensajes personalizados en redes. “Lo importante es que el mensaje realmente penetre en las comunidades”, señala, aunque advierte que una estrategia mal aplicada puede ser percibida como manipulación, con consecuencias negativas para la imagen del candidato.
El uso de influencers es particularmente importante para atraer votantes indecisos o jóvenes, un segmento que, según expertos, podría inclinar la balanza en esta contienda. Este enfoque revela cómo la política se adapta a las tendencias de consumo digital, y cómo la inversión en influencers se consolida como una herramienta esencial en el ámbito electoral.
