Con una noche explosiva de bateo, los Yankees de Nueva York evitaron la barrida de los Dodgers de Los Ángeles y alargaron la Serie Mundial con una victoria contundente de 11-4 en el Juego 4, dejando la serie 3-1. A pesar de que los Yankees enfrentan la difícil tarea de intentar remontar una desventaja de 3-0 en la serie, esta victoria en casa les permite soñar con lo que sería un regreso histórico.
El juego comenzó con Freddie Freeman conectando un cuadrangular de dos carreras para los Dodgers en la primera entrada, sumando ya su sexto juego consecutivo en la Serie Mundial con al menos un jonrón y estableciendo un nuevo récord en el clásico de otoño. Sin embargo, los Yankees no tardaron en responder; en la segunda entrada, Anthony Volpe inició un contraataque recibiendo una base por bolas y robando la segunda base. Poco después, Austin Wells y Alex Verdugo impulsaron la primera carrera para acortar distancias.
El momento clave llegó en la tercera entrada cuando los Yankees llenaron las bases. Con dos outs y bajo la presión de un slider de 89 mph lanzado por Daniel Hudson, Anthony Volpe conectó un Grand Slam que hizo vibrar las gradas del Bronx, convirtiéndose en el jugador más joven en conectar un Grand Slam en una Serie Mundial.
En la quinta entrada, Will Smith respondió por los Dodgers con un cuadrangular que reavivó la esperanza de su equipo, pero los Yankees lograron contener cualquier intento de remontada. En la sexta entrada, Austin Wells amplió la ventaja con un jonrón al jardín derecho, y el cierre definitivo llegó en el octavo inning con una ráfaga de carreras, incluyendo un cuadrangular de tres carreras de Gleyber Torres, que aseguraron la victoria para los Yankees.
Esta victoria marca un respiro para los Bombarderos del Bronx, quienes deberán ganar nuevamente en casa antes de intentar la hazaña en Los Ángeles y luchar por un título en condiciones adversas.
